Congreso de Unidad Humana

INVITACIÓN A LA FIESTA DE RECONCILIACIÓN DE LA HUMANIDAD
30 DE ENERO 2025

Paz
La paz no es solo la ausencia de guerra, la paz es el DESARME, pues (la simple existencia de) EL ARMA nos VIOLENTA, ya que tiene el propósito de dañar y matar -obviamente solo a los otros, causando directamente el daño y el engaño y así que una simple arma resulta inevitablemente en todas las armas y lo más destructivas posibles que absorben todos los recursos, nos esclaviza forzándonos a organizarnos en unidades armadas (estados) y nos aboca constantemente a la guerra.

En el pasado, en mundo desconocido, armarse era inevitable so pena de quedar a merced (y servicio al arma) de los otros, e igualmente hoy no tendría sentido ni serviría de nada que uno o una parte se desarmase si todos los demás no lo hacen también, pues un desarme unilateral no es desarme sino transferencia del servicio/esclavitud a otra arma, sin embargo, hoy estamos interconectados y podemos proponernos la PAZ, esto es; LA UNIDAD HUMANA CONTRA EL ARMA.

Desarmarnos es liberarnos de nuestra esclavitud al arma y poder usar la verdad, así como poner al servicio del bienestar y potencial humanos los recursos ahora todos en realidad con el fin último de desarrollar el arma, pues la unidad humana contra el arma es el Bien Común en tanto que nadie lo puede obtener sin la cooperación de todos los demás, por lo mismo que el (proceso de) desarme es realmente la construcción de la comunidad humana.

La paz, si es verdadera, obviamente no puede ser impuesta, ni tampoco puede resultar de una creencia, ideología o figuración con origen en el ‘conocimiento’ o ‘inspiración’ de un particular del que los demás quedan dependientes, sino que debe estar basada en el entendimiento natural humano y establecida como un acuerdo universal sobre una propuesta pública, con que se evita y previene el engaño, dirigida a toda la Humanidad y no (solo) a las unidades armadas (estados).

De modo que aceptar o hacer la paz es asumir la propuesta como propia personalmente, compartir la llamada a la unidad humana contra el arma y requerir respuesta y responsabilidad a los demás, pues negarse a ser medio de la paz es rechazar a la Humanidad y ceder, ahora voluntariamente, la palabra sin valor (para el entendimiento) y la responsabilidad personal al estado (al arma), consintiendo e insistiendo en la inercia de la guerra o genocidio.

Día de la Humanidad

Para lograr la difusión universal de la propuesta de paz, de la unidad humana contra el arma, proponemos una Fiesta de Reconciliación de la Humanidad el día 30 de enero de 2025 en el que manifestemos nuestra voluntad de convivencia o paz, día en el que se convoca universalmente un Congreso de la Humanidad que facilite la Paz, la Unidad y el Desarme.

Dirigimos este mensaje primero particularmente a las instituciones educativas, universidades y secundaria, por su carácter reflexivo (sin una tarea ejecutiva) y universal, para ser compartido con los estudiantes y también con los centros homólogos nacionales, así como con algunos de otros países, si es preciso traduciendo este documento para ellos, para que estos hagan lo mismo. Hasta (las vacaciones de) el verano nos dedicaremos a la comunicación de la convocatoria y tras el verano a preparar la celebración. Buscamos ya ahora voluntarios que nos ayuden a comunicar este mensaje a esas instituciones: contacta, únete a nosotros.

Cada localidad o asentamiento humano puede organizar el Día o Fiesta de Reconciliación y celebrarla como desee, siempre en el espíritu de reconciliación humana y manifestación del deseo de convivencia en paz con el resto de los seres humanos, usando los medios de que disponga o quiera, con las actividades que le parezcan más atractivas y convenientes, así musicales, deportivas, poéticas o literarias u otras formas de manifestaciones artísticas y humanas. Es conveniente que esas actividades sean compartidas online y grabadas para formar parte del acervo de la Humanidad.

El Congreso de la Humanidad

El Congreso es el órgano humano que, en sustitución de la actual amenaza y destrucción mutua de los estados (unidades armadas) como modo de relación humana, asegura la toma de decisiones humana pública, incluyente y, en consecuencia, trata solo del bien común al tiempo que previene, evita y desmantela el propósito de daño, el arma. No actúa por imposición sino por unanimidad, pues el desarme solo puede ser voluntario al tiempo que universal, es decir: el poseedor del arma se desarma voluntariamente una vez que los demás, que también desean el desarme, le satisfacen y dan garantías, lo que básicamente consiste en desarmarse también.

La preparación del Congreso comenzará tras el Día de la Humanidad y, como este, su organización será pública, abierta y universal, por ello, la ciudad en la que se celebrará y quienes representarán a la Humanidad presencialmente se decidirá pública y abiertamente según la mayor conveniencia humana y el valor y mérito de las candidaturas que se presenten.

Alto el fuego YA
Este mensaje de unidad contra las armas es el medio ya ahora del alto el fuego, pues sin un horizonte de paz el alto el fuego es tiempo de rearme que muy difícilmente interesa a las partes en guerra o conflicto armado, pero ahora las partes hacen el alto el fuego como forma de apoyo público a la paz humana, y con esto va también su garantía de respeto al mismo ya que no son solo los líderes de las unidades armadas los que asumen responsabilidad por el alto el fuego sino también cada persona en ambos lados en conflicto se comprometen con él, así como resto de los seres humanos que ya tienen noticia de la paz, de la unidad humana contra el arma, pues quien asume la unidad humana, lógicamente se hace parte de ambos lados en conflicto y se preocupa por ellos. Por eso, nos esforzaremos para que este mensaje llegue lo antes posible a las zonas de guerra en África, Oriente Medio y Ucrania.

La paz concierne a todos los humanos, por lo que no solo requerimos ya ahora el alto el fuego, sino también que las potencias y todos los estados detengan el desarrollo de sus armas; y eso es lo que exigiremos todos los humanos en una sola voz el Día de la Humanidad.

EL PROBLEMA DE LA VERDAD

El problema de partida es que la verdad se oculta y todo está en confusión debido al estado de guerra en el que nos encontramos, pues el propósito de hacer el mal no se reconoce y no se publica, ya que sería contradictorio poner en guardia al que se pretende dañar, y además se manifestaría como inhumano -y hasta los estados apelan a las necesidades o deseos humanos para justificar sus políticas, pese a que, paradójicamente, estas se limitan luego solo a sus sujetos o nacionales.

Mientras que cuando se hace la guerra, esta se justifica afirmando que su fin es la paz, pues con ella se busca restaurar el orden roto por la injusticia cometida por el otro, pero la guerra la inicia solo el que piensa que puede ganarla, el más fuerte o armado, de modo que la sumisión al más armado es la ‘justicia’ inhumana que rige sobre los humanos y así está formalmente reconocida, representada y consagrada en la ONU.

Y, como es lógico, el arma es la máxima producción humana en todo tiempo y lugar pues el desarrollo o mejora natural de un arma o unidad armada es una amenaza para las otras; lo mismo que la mejora de la función de un coche es aumentar su rapidez, su carga o su comodidad, la mejora de la función de un arma es aumentar su capacidad de matar a más gente, o hacerlo más rápidamente, o en dañar sin ser detectada o interceptada, o en someter y disponer de más recursos para el daño, o en lograr más alianzas para el daño, o en engañar al enemigo, etc.

Pero lo real y manifiestamente injusto o malo para cualquier ser humano es el propósito de daño y el daño, cuya forma objetiva es el arma y su uso. Sin embargo, el medio de daño o arma estaba ya en la naturaleza como una función de algunos animales antes de la aparición del ser humano, pero entre los humanos esa función pasa a someternos, a subordinarnos a ella incorporándonos en unidades armadas, que actualmente son los estados, los cuales nos condicionan y nos informan de lo que hay que creer y confesar -empezando por la nacionalidad, que nos señala a que arma pertenecemos y nos aísla de las otras mediante la lengua, la información, la cultura, etc.

Por eso, la paz solo se percibe desde el punto de vista humano universal, por el que entendemos que cada persona, como cada soldado, está forzada a ser militante del arma para la que es un recurso y no porque quiera el mal, sino que la urgencia y primacía de la guerra nos hace confesar y declarar injustos o malos a los otros, de modo que deben ser destruidos. La unidad humana es el medio de la paz y no política particular alguna, ni los políticos tienen capacidad para hacer la paz, pues la política es precisamente la gestión de la fuerza del estado dispuesta para la guerra, pero la causa del arma es solo el arma misma (otra), y la causa de la violencia (sostenida) es la misma violencia y no otro motivo, pues, sin duda, la destrucción mutua es lo peor para todos, por eso somos nosotros, las personas sin distinción de nacionalidad ni jerarquía, las que tenemos que hacer la paz mediante la manifestación de nuestra voluntad de unidad, que es lo mismo que la paz, pues uniéndonos hacemos al arma inútil y redundante. Por ello, proponemos:

UN CONGRESO MUNDIAL DE UNIDAD/DESARME

Un Congreso transparente y abierto a celebrarse en 2025 en una ciudad y con participantes elegidos por su disposición y méritos que será retransmitido en vivo y en directo a todo el mundo y quedará como gobierno permanente de la Humanidad.

La tarea del Congreso es el desarme o unidad humana. El Congreso asume el control sobre todas las armas y la responsabilidad por la seguridad humana común, por el que cualquier problema de seguridad de una persona o un grupo de personas es un problema de seguridad humano, de todos.

La toma de decisiones del Congreso es incluyente, es decir, considera el interés de todos y cada uno, con lo que, consecuentemente, se evita y previene el propósito de daño y se busca y promueve solo el bien común, de modo que el Congreso también se responsabiliza del crédito para el desarrollo o intercambio de bienes emitiendo una divisa global.

La garantía de inclusividad es la publicidad -la transparencia, apertura y registro, de todo el proceso de toma de decisiones, así como la condición de unanimidad para la aprobación de cualquier decisión en todo lo relativo a la unidad o desarme. El resto de las decisiones son subsidiarias, las toman aquellos a los que conciernen, pero son siempre también públicas y son registradas para disposición el Congreso, lo que las hace igualmente inclusivas, ya que quedan así expuestas al escrutinio y juicio de todos y cada uno.

El desarme solo puede ser universal, por eso era imposible en el pasado en un mundo desconocido e incomunicado y una propuesta humana perjudicial para el estado, pues un desarme unilateral o parcial no es realmente desarme, es rendición; es decir, igualmente servicio al arma, solo que, a otra, pero, al mismo tiempo, la necesaria y hoy ya posible universalidad del desarme nos garantiza que este no puede resultar en perjuicio de nadie, pues el perjudicado no se desarmaría (voluntariamente) y entonces nadie podría hacerlo.

Solo las armas son para dañarnos, el resto de las cosas, objetos y actividades tienen todas por fin el servicio y la potenciación del ser humano por lo que poner el arma bajo control es también cooperar por el bien común sin dificultad para entendernos.

Aquí puedes involucrarte, si quieres


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