TEXTO PARA LA RECONCILIACIÓN
- 26, septiembre, 2024
- --
- 4:18 pm read
CONVOCATORIA A LA RECONCILIACIÓN EL 30 DE ENERO DE 2025 – (Aniversario de la muerte de Gandhi)
La paz es el acuerdo de convivencia voluntario y siempre renovado de todos los humanos sobre términos verdaderos y claros, que ni puede imponerse por la fuerza ni basarse en el engaño. Aunque llamamos paz a la ausencia de guerra, la paz es el desarme, pues el arma no nos da otra opción que rendición/sumisión o muerte/destrucción, guerra. Como consecuencia, el arma es la máxima producción humana en todo tiempo y lugar y las ciudades, las infraestructuras, los inventos, las tecnologías, aunque no se nos revela hoy, sabemos por el pasado que buscan todas igualmente reforzar el arma.
La forma del arma entre los humanos es la unidad armada y/o estado, un sistema de desigualdad (o injusticia), la jerarquía, que nos priva tanto de libertad como de humanidad, nuestro medio para la justicia; si una persona roba (mata, hace daño a otra….) y eso se hace público todos le condenan, porque la justicia es del interés de todos, pero si dañamos al enemigo (incorporado en otra arma) beneficiamos a nuestro estado que nos recompensa o incluso quien no mata o daña al enemigo es dañado o muerto como desertor.
Ese sistema incluye la distribución piramidal de los recursos para vivir, de modo que la mayoría queda a merced de las élites, pero no es la codicia de los ricos la que hace a los pobres ni la ambición de los líderes la que subyuga a sus sujetos, es la estructura del estado y el modo como estas elites sirven al arma, por eso los individuos cambian, pero no sus trajes o uniformes. Y en ausencia de sentido común humano, el estado unifica el pensamiento de sus sujetos mediante sus escuelas y otros medios con figuraciones, doctrinas o ideologías que representan su incorporación a un arma determinada.
La solución, tal como comprendieron los sabios del pasado -los cosmopolitas, tanto orientales como occidentales aún sin contacto entre ellos- es la toma de decisiones incluyente que evita y previene el propósito de daño y busca sólo el bien común, pero eso no podía llevarse a cabo porque la primera decisión incluyente tiene que ser el desarme y el este solo puede ser universal y simultáneo, pues un desarme parcial o unilateral no nos libra del arma, solo pasamos a servir a otra. Por eso, ese conocimiento no nos ha sido transmitido, pues no solo era inviable sino que debilitaba a la parte que lo difundiera.
El arma tiene por objeto el daño y es, por tanto, el mal, pero estaba en la naturaleza y es por sí misma o, de otra manera, un arma es por/contra otra (s), y no a causa de una contradicción entre los humanos a los que nos une precisamente nuestra humanidad. Reconciliarnos es tanto rechazar el arma como manifestar humanidad públicamente/universalmente compartiendo esta propuesta de Reconciliación (y de Perdón, pues no había alternativa al mal en el pasado) mientras que el silencio, la indiferencia o la inacción es sumisión al arma y a su mediación; la amenaza, la guerra y posiblemente la extinción.
El cese del desarrollo armamentístico y el desarme deben ser supervisados por un órgano de la Humanidad al que se subordinan las unidades armadas o estados que garantice la inclusividad/publicidad de las decisiones, formado por personas voluntarias y propuestas por otras en consideración de su valor para la Humanidad y en los términos de número y funciones que mejor se adapten a los objetivos que nos propongamos, siendo el primero el desarme que es condición y realización de la inclusividad.
A nadie se le desposee de lo que tiene, que sería violentarlo y contrario al desarme, pero el desarme a todos nos beneficia y es la realización voluntaria del bien común que, en consecuencia, nos induce a la igualdad y la imparcialidad y su urgencia clara hoy es facilitar a todos condiciones de vida digna, a lo que deben redirigirse de inmediato los recursos militares, e integrarnos en un sistema de cooperación para el bien común. Desarmarnos/convivir es cuidarnos mutuamente, lo que nos mueve a persuadirnos y ayudarnos a comportarnos y a usar los recursos según el bien común, incluyendo el cuidado de la naturaleza, y nos integra con el cosmos.
Manuel Herranz Martín
Human Unity Movement, HUM
0034 656339490
manuelhm@human-unity.org Guadalajara, 1 de Octubre de 2024