ALTO EL FUEGO

  • 18, agosto, 2022
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ALTO EL FUEGO

No fomentemos ni dejemos que se mate y se haga sufrir a tanta gente cuando tenemos el modo de poner fin al genocidio y la brutal destrucción, te ruego leas y me des tu apoyo público para dirigirme a Ucrania, a Rusia a la OTAN y todos los estados con la siguiente propuesta:

El problema humano es el arma,

Pues, mientras todas las cosas, objetos, actividades…, son para servirnos, facilitarnos la vida, el arma sola es para matar y quien posee el arma más potente impone mediante amenaza su voluntad a los demás (caso actual de EEUU y su coalición, la OTAN) y la guerra misma tiene ese propósito; su actividad es la destrucción de las armas del otro para tenerlo a merced (Rusia ataca a Ucrania para que no tenga voluntad de unirse a la OTAN). El arma estaba presente en la naturaleza anterior al ser humano y este se ha adaptado a su existencia lo mejor que ha podido dedicándole el mayor esfuerzo y trabajo a su producción en todo tiempo y lugar, transformándose en su servidor y esclavo, pues el fin principal y último de todo lo que hacemos es procurar desarrollarla.

A diferencia del resto de las cosas que pueden ser compartidas, intercambiadas y beneficiar a todos, el arma, al tener por objeto matar, no se puede compartir ni intercambiar y es necesariamente privada por un individuo, por ello, la forma del arma entre los humanos es la unidad armada; un gran número de personas y armas organizadas jerárquicamente bajo un mando único con gran cantidad de recursos humanos y materiales explotados por el estado al servicio de esa arma, y su mando en la coalición.

Pese a que esto es claramente así, dado que el sentido del fin real y último de todo nuestro emprendimiento es destruir e impedir el desarrollo del (arma del) otro (por ejemplo ahora de China) y aumentar la potencia mortífera de nuestra arma (en nuestro caso la OTAN) los humanos no podemos revelar nuestros propósitos reales y concretos que es ser lo más dañinos posible, pues, de declararlos, nos auto-perjudicaríamos, de modo que el mundo se expone de un modo parcial y figurativo que oculta el arma e inhabilita el sentido común humano que nos sirve y da a entender a todos por igual las cosas según su servicio y uso, así como la ‘ley natural’ que es tratarnos unos a otros como quisiéramos ser tratados.

Para la paz, la unidad humana

Proponemos la unidad humana, la toma de decisiones incluyente, pues la unidad no solo habilita el sentido común -mientras que las figuraciones no son una referencia sin una instrucción e iniciación previa promovida por el estado- sino que su consecuencia es hacer al arma redundante, innecesaria y el desarme conveniente; un arma es para destruir otra, de modo que es por sí misma y no por causa alguna.

El desarme requiere la unidad humana, ya que ha de ser acordado, conjunto, recíproco, pues un desarme unilateral -como hubiera podido serlo solo en el pasado- no sería desarme sino rendición, servicio a otra arma. Esa condición de universalidad del desarme -que se da ya en nuestro tiempo, aunque ciertamente los medios de comunicación pertenecen y trabajan para la unidad armada y la sirven y esa es nuestra dificultad todavía- nos proporciona seguridad y garantía de que el desarme no perjudica a nadie y de que beneficia a todos, nos libera a todos para cooperar por el bien común que es nuestra obvia conveniencia. Por eso, exigimos el alto el fuego inmediato y convocamos un Congreso abierto y transparente de Unidad Humana y Desarme donde ya se practique la transparencia y la publicidad de la toma incluyente de decisiones en el que además se fije como sistema para el futuro.

Y tras el desarme que requiere la participación de todos, las decisiones pueden ser tomadas por aquellos a los que concierne cada asunto en cuestión, pero siempre son públicas, de modo que se previene el propósito de daño que es contradictorio con su publicidad, ya que las decisiones quedan así sujetas al escrutinio y juicio de cualquiera y, consecuentemente, al acuerdo de todos. Y más, con el tiempo unidos, ni siquiera necesitaremos tal publicidad, pues de modo lógico y natural nos alentaremos y motivaremos mutuamente hacia la equidad.

Pongamos fin al auto-engaño para ocultar el arma, que hasta ahora era necesario para matarnos unos a otros, expongamos y denunciemos al arma, declaremos en beneficio de todos la paz humana -¿cómo podríamos hacerlo como representantes y sirvientes del arma?. Si lo ves así, dame tu apoyo y ayúdame a conseguir el de otros, de modo que logremos la paz ya cuanto antes, por una vez y para siempre.

Gracias

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