A LA PAZ MEDIANTE LA JUSTICIA
- 22, abril, 2023
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Querid@s amig@s,
Tenemos desde enero la aplicación @HumanUnity, que ya lleva un año de retraso, en suspensión porque, después de muchos problemas con android de Google, ahora iOS de Apple, aunque ya la había aceptado en su Play Store hace mucho, nos exige que sea presentada como organización en lugar de como individual. Enviamos la documentación de Human Unity Movement en enero y todavía no nos han dado respuesta. Ante esta situación deplorable he tomado la decisión de que las utilidades de la aplicación se instalen en el sitio web, que no requiere nada más, y ahora esperamos tenerla lista ya por fin en muy breve tiempo, de modo que quiero comunicaros el plan completo de pacificación que a todos concierne e importa. He comunicado esta propuesta a las autoridades y, como era de esperar, no he obtenido respuesta, porque la paz depende de las personas y no de los estados, ya que la paz verdadera no puede ser impuesta sino propuesta, expuesta y comunicada con palabras, pues ha de basarse en nuestra humanidad e inteligencia para entendernos y reconciliarnos.
PROPUESTA DE PAZ
A LA PAZ MEDIANTE LA JUSTICIA
El problema de partida es que la verdad se oculta y todo está en confusión debido al estado de guerra en el que nos encontramos, pues el propósito de hacer el mal no se reconoce y no se publica, ya que sería contradictorio poner en guardia al que se pretende dañar, y además se manifestaría como inhumano -y hasta los estados apelan a las necesidades o deseos humanos para justificar sus políticas, pese a que, paradójicamente, estas se limitan luego solo a sus sujetos o nacionales. Mientras que cuando se hace la guerra, esta se justifica afirmando que su fin es la paz, pues con ella se busca restaurar el orden roto por la injusticia cometida por el otro, pero la guerra la inicia solo el que piensa que puede ganarla, el más fuerte o armado, de modo que la sumisión al más armado es la ‘justicia’ inhumana que rige sobre los humanos y así está formalmente reconocida, representada y consagrada en la ONU. El arma es la máxima producción humana en todo tiempo y lugar pues, lógicamente, el desarrollo o mejora constante natural de un arma o unidad armada es una amenaza para las otras; lo mismo que la mejora de la función de un coche es aumentar su rapidez, su carga o su comodidad, la mejora de la función de un arma es aumentar su capacidad de matar a más gente, o hacerlo más rápidamente, o en dañar sin ser detectada o interceptada, o en someter y disponer de más recursos para el daño, o en lograr más alianzas para el daño, o en engañar al enemigo, etc. Pero lo real y manifiestamente injusto o malo para cualquier ser humano es el propósito de daño y el daño, cuya forma objetiva es el arma y su uso. El medio de daño o arma estaba ya en la naturaleza como una función de algunos seres vivos antes de la aparición del ser humano, pero entre los humanos esa función pasó a someternos, a subordinarnos a ella incorporándonos en unidades armadas, actualmente los estados, que son los que nos condicionan y nos informan de lo que hay que creer y confesar -empezando por la nacionalidad, que nos señala a que arma pertenecemos y nos aísla de las otras mediante la lengua, la información, la cultura, etc. Por eso, la paz solo se percibe desde el punto de vista humano universal, por el que entendemos que cada persona, como cada soldado, está forzada a ser militante del arma para la que es un recurso y no porque quiera el mal, sino que la urgencia y primacía de la guerra nos hace confesar y declarar injustos o malos a los otros, de modo que deben ser destruidos. Y la unidad humana es el medio de la paz y no política particular alguna, ni los políticos tienen capacidad para hacer la paz, pues la política es precisamente la gestión de la fuerza del estado dispuesta para la guerra, pero la causa del arma es solo el arma misma (otra), y la causa de la violencia (sostenida) es la misma violencia y no otro motivo, pues, sin duda, la destrucción mutua es lo peor para todos, por eso somos nosotros, las personas sin distinción de nacionalidad ni jerarquía, las que tenemos que hacer la paz mediante la manifestación de nuestra voluntad de unidad, pues unirnos es hacer al arma inútil y redundante. Para ello proponemos:
UN CONGRESO MUNDIAL DE UNIDAD/DESARME
Un Congreso transparente y abierto a celebrarse en 2025 en una ciudad y con participantes elegidos por su disposición y méritos que será retransmitido en vivo y en directo a todo el mundo y quedará como ‘gobierno’ permanente de la Humanidad. La tarea del Congreso es el desarme o unidad humana; el Congreso asume el control sobre todas las armas y la responsabilidad por la seguridad humana común, por el que cualquier problema de seguridad de una persona o un grupo de personas es un problema de seguridad humano, de todos. La toma de decisiones del Congreso es incluyente, es decir, considera el interés de todos y cada uno, con lo que, consecuentemente, se evita y previene el propósito de daño y se busca y promueve solo el bien común, de modo que el Congreso también se responsabiliza del crédito para el desarrollo o intercambio de bienes emitiendo una divisa global. La garantía de inclusividad es la publicidad -la transparencia, apertura y registro, de todo el proceso de toma de decisiones, así como la condición de unanimidad para la aprobación de cualquier decisión en todo lo relativo a la unidad o desarme. El resto de las decisiones son subsidiarias, las toman aquellos a los que conciernen, pero son siempre también públicas y son registradas y puestas a disposición el Congreso, lo que las hace igualmente inclusivas, ya que quedan así expuestas al escrutinio y juicio de todos y cada uno. El desarme solo puede ser universal, por eso era imposible en el pasado en un mundo desconocido e incomunicado y cualquier propuesta humana perjudicial para el estado, pues un desarme o detrimento letal unilateral o parcial no es realmente desarme, es rendición; es decir, igualmente servicio al arma, solo que, a otra, pero, al mismo tiempo, la necesaria y hoy ya posible universalidad del desarme nos garantiza que este no puede resultar en perjuicio de nadie, pues el perjudicado no se desarmaría (voluntariamente) y entonces nadie podría hacerlo. Solo las armas son para dañarnos, el resto de las cosas, objetos y actividades tienen todas por fin el servicio y la potenciación del ser humano por lo que poner el arma bajo control es también cooperar por el bien común sin dificultad para entendernos.
EL CONTROL DEL ARMA ES PRIORITARIO
La convocatoria del Congreso posiblemente no es suficiente para la paz, ya que, mientras las armas se mantienen divididas se siguen desarrollando por defecto en oposición, y la inseguridad y los intereses contrapuestos de cada estado se mantienen, de modo que todos, incluidos los mismos participantes en el Congreso, seguirían buscando la seguridad de sus estados por encima de todo y a expensas de los otros como hacen ahora, por eso, hasta la celebración del Congreso, yo, Manuel Herranz Martin, ofrezco mi servicio como mando sobre todas las armas y requiero el reconocimiento de todas, condicionado el reconocimiento de cada uno al de todos los demás. Este mando no se propone ni le cabe actividad alguna, pero es el medio único de lograr la paz, el desarme, sin hacer, imponer (forzar) nada a nadie, pues si se forzase, además de no ser pacífico ni hacer la paz, sería el absurdo de uno que se fuerza a sí mismo, mientras que la consecuencia del reconocimiento de un mando común es el alto el fuego, el fin del desarrollo armamentístico y las estrategias de expansión de los estados o unidades armadas y, lo principal: el desarme, la construcción de la comunidad humana, que llevará a continuación a cabo el Congreso, resulta entonces no solo posible sino conveniente.
FIESTA DE LA HUMANIDAD
Si progresamos adecuadamente, alcanzando alivio para los que sufren y alto el fuego, para asegurarnos de que el Congreso cuenta para su celebración con el conocimiento previo suficiente de toda la Humanidad y para disponer de un medio para la publicidad de la propuesta de paz, proponemos una Fiesta de la Humanidad para el 21 de septiembre de 2024 en la que se anunciará la fecha concreta del Congreso en 2025, así como la ciudad elegida para celebrarlo y el nombre o perfil de los participantes en él. Para preparar la Fiesta de la Humanidad redactaremos una única propuesta universal estándar en inglés que se dirigirá a todos los municipios, universidades y otros centros de enseñanza para que promuevan y permitan la organización de actividades festivas en sus espacios al aire libre o bajo techo, como música, deporte, representaciones teatrales o de otro tipo, según la idiosincrasia y costumbres de cada lugar, pero apelando, además de a la moderación, al fomento del sentimiento de humanidad en todos nosotros y el concepto de la nueva justicia que comenzamos a aplicar ya.
LA JUSTICIA ES EL MEDIO DE LA PAZ
Ahora, para lograr la paz, proponemos públicamente la nueva, verdadera y definitiva justicia que entre ya en vigor ahora y para siempre mediante la libre aceptación de cada ser humano. Esta reza así:
- Contribuir al beneficio y el bienestar humano es bueno y debe ser reconocido, alabado y recompensado, mientras que el daño y el propósito de daño es malo y debe ser expuesto, condenado y disuadido.
¿A qué ser humano podría no interesarle la justicia en lugar del estado de guerra actual? Y, sin embargo, pese a que las personas discretas y sabias del pasado ya la entendieron, su práctica era imposible en un mundo desconocido e incomunicado y, peor, perjudicial para el estado, por lo éste no ha dejado llegar su discurso hasta nosotros. Y hoy día en que el mundo está totalmente descubierto y comunicado la publicación de la justicia humana todavía presenta dificultad y requiere cautela porque ningún estado es o cede el medio para su difusión ya que sería contraproducente para sus intereses (pues la difusión sería inmediata solo entre sus sujetos pero no universal) y todos los humanos seguimos mientras tanto sometidos a los sistemas de justicia de los estados particulares que, además de tener prácticamente el monopolio de la información, nos someten a su función, empujándonos o forzándonos a condenar a los sujetos de otras armas y, en caso de necesidad, destruirlos. Un ejemplo muy claro: declararse hoy por la justicia humana en Rusia o en Ucrania (y también en Europa y EEUU al lado de Ucrania) resulta en detrimento o perjuicio de ambos estados o lados, aunque por razones opuestas y, consecuentemente, estos reprimirían toda posible expresión o manifestación de la justicia en su seno, pues, por el contrario, lo que exigen a todos sus sujetos sin excepción es que lo den todo hasta sus vidas para vencer al enemigo que es la obvia y urgente prioridad de ambos bandos, ya que la derrota puede llegar a resultar en el fin de la existencia misma del estado. Y esto es así para todos los estados. Sin embargo, podemos ya contribuir o servir al bien de la Humanidad sin perjudicar a nuestro estado y su coalición siendo conscientes de que el desarme o el alto el fuego unilateral o simplemente el detrimento de su fuerza no lleva al desarme sino a la rendición y a la derrota, esto es, al servicio igualmente al arma, solo que, a otra y, por lo tanto, tampoco sería justo, incluso humanamente hablando, ya que no beneficiaríamos a la Humanidad y generaríamos más violencia, forzando a nuestro lado a reprimirnos como, por ejemplo, sucede con los desertores. Por lo que nuestra práctica, al ser todavía unilateral, refiere tan solo la creación de un canal de comunicación universal para que la propuesta de justicia universal pueda ser difundida a todos al mismo tiempo y no resulte en perjuicio de nadie y solo en beneficio de todos y, mientras esa universalidad no se consolide, seguimos ateniéndonos a la justicia de nuestro estado y sirviéndole como nos corresponda a cada uno.
UNIVERSALIZACIÓN
Aunque partimos de la unilateralidad, la universalidad está a la vista y a nuestro alcance con la globalización y los medios de comunicación modernos y las redes sociales, por lo que también podemos comenzar a registrar nuestra voluntad y dedicación a la humanidad para la creación de ese medio de comunicación universal, de modo que nuestra voluntad y nuestro esfuerzo no solo no queda en el olvido sino que es ya un acervo de la Humanidad y pueda ser más tarde recompensado en justicia que será establecida simultánea y universalmente. De modo que, tras un largo período de preparación, comenzamos propiamente nuestro trabajo cuando la aplicación de registro universal, actualmente en inglés, chino y español, esté operativa y podamos manifestar y comunicar en ella nuestra voluntad de unidad y requerírsela a todos hasta poder realizarla con voluntad unánime y mediante esa misma aplicación, obtener donaciones que nos ayuden a la difundir la aplicación misma como medio de universalización. Quien se registra en la aplicación @HumanUnity es Amigo de la Humanidad, mientras que el que se desentiende del sufrimiento de los otros como consecuencia de la división humana en armas y no expresa voluntad de unidad mantiene y sostiene así la violencia, el efecto del arma, y, por tanto, es Enemigo de la Humanidad y debe ser así expuesto como tal hasta que tome conciencia de su error y reconozca, acepte y asuma la justicia humana, pues la justicia humana es de la conveniencia objetiva de todos, incluida la suya, y solo la inconsciencia o los prejuicios pueden impedir que lo perciba. Y para motivar el interés y el esfuerzo, conviene manifestar públicamente la bondad de la justicia humana que recompensa a los Amigos de la Humanidad, pues corresponderá también a la Humanidad impartir justicia. Por supuesto que la recompensa de nuestra acción y trabajo es la paz, que es el mayor bien o fuente de todo bien, pero la justicia comienza a exponerse ya ahora también de la siguiente manera: actualmente se invierten 2 billones (12 ceros) de dólares anuales en armamento, que si se usa (matando y destruyendo) multiplicará las pérdidas y si, en el mejor de los casos, no se utiliza, se desperdicia la inversión, por eso, cuando el Congreso se celebre significará que esa inversión ha sido liberada para el consumo o producción y, en consecuencia, es justo que con esos fondos se recompense a los que más han contribuido a ese beneficio común humano así:
1ª Medio billón a repartir entre las personas en zonas de conflicto que registren su voluntad a favor de la unidad humana en la app @HumanUnity, con lo que esperamos lograr el alto el fuego, poner en suspenso el conflicto necesariamente relativo a la apropiación y control de un territorio por un arma u otra y permitir el uso de los recursos en el beneficio común en lugar de la destrucción mutua, lo que aporta la necesaria y más significativa publicidad global inmediata a este Plan de Paz con lo que se asegura la celebración del Congreso de Unidad.
2º Medio billón a repartir entre los primeros 100 millones de personas que apoyen la unidad públicamente mediante el registro en la aplicación informática @HumanUnity, para lo que es sensible y significativo promover y dar más facilidades a las zonas más pobres e incomunicadas.
3º Medio billón según el ranking que se ocupe en la Clasificación de @HumanUnity por la contribución añadida de cada uno, bien sumando el apoyo de otras personas o por su donación (1 punto = una persona añadida o 10 USD de donación, si bien, nos reservamos el derecho de admisión de donaciones hasta una cantidad limitada, pues no queremos más de lo que necesitamos para difundir la propuesta de paz).
4º Medio billón para cubrir los gastos de la organización del Congreso, incluyendo sus actividades de convocatoria previas.
Si contamos con los medios/donaciones para ello, trabajaremos sobre el terreno desde finales de 2023 empezando en África, después en Oriente Medio, Mar Negro, sur de Asia y Sudamérica. El motivo o conveniencia de este trabajo sobre el terreno es que la prioridad de nuestro contacto es aquellos que más sufren la falta de humanidad, aquellos que actualmente se dañan unos a otros o sufren privación, de modo que, trabajando según el sentido humano contra el mayor y más inmediato mal, obtengamos tanto el mayor bien como la mayor relevancia, publicidad y también retroalimentación entre estos lugares y el resto del mundo. El alto el fuego es la suspensión de la reivindicación de la soberanía de un lado u otro para dar ocasión a la soberanía humana, pues toda guerra es la lucha de las unidades armadas por aumentar su poder (soberanía) y prevenir el poder de las otras, particularmente apropiándose de recursos y territorio para su servicio, tanto por parte de las pequeñas armas como de sus patrocinadoras las armas grandes.
EQUIPO DE TRABAJO
Para convocar y organizar el Congreso de Unidad, necesitamos un equipo al servicio de la Humanidad y, por lo tanto, toda actividad y gestión, tanto interna como externa, es transparente ante nuestros jefes, los seres humanos, ante los que reportamos todo online con puntualidad y sinceridad. Estás invitad@ a formar parte de este equipo, que constará de una persona responsable por cada continente, una por cada idioma y una por cada área de conflicto armado, y así sucesivamente según otros posibles conocimientos necesarios para las actividades previas y durante el Congreso, por lo que si quieres participar estás invitad@ a ponerte en contacto conmigo enviándome una carta y tu CV a manuelhm@human-unity.org. Igualmente son bienvenidas las recomendaciones de personas para todos estos puestos y, en efecto, la prioridad de cada puesto, por la que también se medirá su recompensa doblándose, es encontrar a otro mejor que lo ocupe, incluido el mando sobre las armas, y mientras tanto, por supuesto, ejercerlo lo mejor posible. Inicialmente no se ofrece ningún salario, pues no disponemos de recursos, por lo tanto, comenzamos con voluntarios y usando el tiempo libre de que dispongamos, pero según obtengamos recursos de donaciones, patrocinios o finalmente por los recursos liberados del armamento podremos pagar un salario mensual, aunque sea retroactivo, según corresponda a la dedicación diaria o mensual de cada cooperante. HUM cuenta con el sitio web www.human-unity.org (en inglés, español y chino) con la app @HumanUnity (en inglés, español y chino) con un grupo de wasap de unos 200 contactos, de estos solo unas 15 personas activas, en Facebook contamos con unos 1500 seguidores, pero pocas personas activas. Estamos también en Twitter, Instagram, youtube y wechat (donde tenemos cuenta oficial) también en Tiktok tenemos cuenta, pero sin desarrollar. Se buscan voluntarios sobre todo para gestionar Instagram, Youtube y Tiktok. Nuestra actividad es la manifestación de nuestra voluntad de unidad y nuestra tarea es lograr el mayor número posible de voluntades, particularmente en las zonas de conflicto y más pobres del mundo, así como donaciones, para ello podemos utilizar nuestros contactos personales, trabajar la información en internet y las redes sociales e incluso podemos hacer cierta publicidad en medios si podemos contar con fondos para ello. Podemos dirigirnos a los que tienen más capacidad de difusión, personas populares, influencers, youtubers y otros. Las instituciones o empresas que deseen apoyarnos son bienvenidas y su recompensa es la publicidad que resulta en reputación corporativa por su compromiso humano, así como mayor credibilidad en sus productos o servicios.