SER PUEBLO Y SER LIBRES

  • 26, septiembre, 2019
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Hemos sido convocados a las urnas para elegir a nuestros representantes y a la política que quiero dar mi apoyo es al cosmopolitismo.

Pero no sé a qué partido votar. En los últimos debates electorales la relación con el resto de las naciones y con los otros seres humanos, simplemente no se trató, acaso se mencionaron los refugiados, no creo que más….

Entiendo por ello que esta relación con el resto de la humanidad queda en manos de instituciones internacionales como la OTAN y a la UE en los que estamos integrados. Nuestros partidos entienden/asumen que el estado es una unidad de producción y, por ello, se encargan de la economía; más inversión productiva en la derecha, más inversión no productiva en la izquierda.

Una empresa es una unidad de producción de servicio, mientras que un estado, como unidad de producción, no produce servicio sino seguridad y, por lo tanto, es esencialmente una unidad de destrucción, un arma, una unidad armada.

La producción destructiva difícilmente es objeto de la opinión pública que solo trata de la producción de servicios, por eso no se plantean cuestiones de política internacional y este aspecto, la relación (abstracta) con los otros seres humanos se rellena con la ideología.

Sin embargo, el cosmopolitismo, que es la relación concreta, puede ser hoy una política porque tenemos acceso a toda la humanidad.

Aunque el entendimiento (e incluso promoción) del cosmopolitismo, la necesidad de la unidad humana, es amplio entre los pensadores del pasado, en un mundo por descubrir no era viable y una idea que no se puede llevar a cabo no es buena idea, como dicen los chinos.

Y, ahora, cuando la humanidad está globalizada, los estados deben gestionar la realización de la unidad humana liderados por los cosmopolitas. Las elecciones son una buena ocasión para votar a un gobierno dispuesto a liderar nuestro estado y nuestras instituciones para organizar el Congreso Mundial para la Unidad Humana.