MÁS LUZ

Estás invitado a un Día o Fiesta de Reconciliación de la Humanidad el 16 de noviembre de 2024, para la que solicitamos tu cooperación en la forma que puedas, por lo que si se te ocurre algo, ponte en contacto con nosotros.

Será el día de la consumación de los tiempos, pues el origen o fuente del bien común es la universalidad, la inclusividad (en chino 兼 jian), mientras que la parcialidad o unilateralidad (la exclusión, en chino 别 bie) es el origen del mal, así lo ven y dicen claramente y por igual los cosmopolitas orientales y occidentales, aun sin comunicación alguna entre ellos. Así lo expresa, por ejemplo, Mòzǐ:
“Supongamos que un hombre entra en el huerto de otro y le roba los melocotones y las ciruelas. Al oírlo el público lo condenará; Si lo cogen, lo castigarán. ¿Por qué? Porque daña a otros para beneficiarse él mismo. Pero cuando se trata del gran ataque de los Estados, no saben que deben condenarlo. Al contrario, lo aplauden, calificándolo de justo. ¿Se puede decir que esto es saber la diferencia entre justo e injusto? Si hubiera un hombre que al ver algo un poco oscuro dijera que es negro, pero al ver mucho dijera que es blanco; entonces deberíamos pensar que no sabe distinguir entre el blanco y el negro. (Libro V – Contra la Guerra Ofensiva)

Pero ese conocimiento no fue suficiente para la paz o inclusividad, que se intentó establecer mediante religiones o ideologías que necesitan líderes o guías y tienen que ser enseñadas e impuestas, pues no se basan en un sentido o conocimiento natural como el expuesto por los cosmopolitas sino que se confiesan y son así realmente un obstáculo para la paz, tal como vio Sócrates, y por ello sostiene Kant también que la prueba de la búsqueda del bien común es la publicidad de la toma de decisión y no el secretismo del estado.

Pero El Quijote nos muestra que la parcialidad o exclusión es, en realidad, la forma de relación del arma consigo misma a la que los humanos estamos esclavizados, pues siendo el arma para matar o dañar al otro, la única paz que admite su existencia es poner todo bajo un dominio piramidal o jerárquico y la manifestación de ese dominio es precisamente hacernos confesar, por lo que la paz o inclusividad es el desarme, cuya expresión y medio es la bandera blanca.

Por eso, la Reconciliación humana es el cese total de la actividad del arma -el alto el fuego, y el cese del servicio humano al arma que es el el trabajo, la inversión y la dedicación al desarrollo y expansión del arma y así el Día de la Reconciliación de la humanidad sirve para aseguramos que ese entendimiento se hace universal y también es así la convocatoria de un órgano o sistema humano para la coordinación o gestión del desarme, pero también este conocimiento puede y debe servir YA como medio de entendimiento para que hagan el alto el fuego ya los que ahora están en guerra, como muchas partes de África, Gaza y Ucrania.

Esta propuesta es pública, sincera y abierta, pues busca cándidamente el bien para todos y también la cooperación de todos sin distinción jerárquica ni estatal para acabar con el arma, y quien tenga dudas o quiera refutarla, que se exponga públicamente, pero asumir que solo somos una parte del arma a la que pertenecemos y que solo los que representan esa arma son los que deben hacer o gestionar la paz es obviamente absurdo. Si bien es cierto que no tenemos medios de difusión, solo el conocimiento y la voluntad de lograr la paz y la libertad que esta a nuestro alcance porque es algo que, en efecto, solo puede hacerse entre todos, pero aquí estamos ya todos.

DECLARACIÓN DE LA PAZ

La paz es convivir en lugar de seguir divididos en unidades armadas o estados soberanos tomando decisiones unilaterales que, inexorablemente, lleva a la confrontación. Por eso, te invitamos a ti y a todo el mundo a celebrar un Día de la Humanidad el 16 de noviembre de 2024 en el que manifestar nuestra decisión de convivir en paz. Ahora todavía es el estado el que difunde la información según su alineamiento e ideología, por eso, te ruego encarecidamente y por favor que ayudes a difundir esta llamada de la humanidad a la Humanidad. Creo que estas pocas líneas que siguen bastan para nuestro entendimiento, por tanto, por favor, comparte este mensaje, preferentemente por email con copia a info@human-unity.org y así podremos saber quién está dispuesto a cooperar en los siguientes pasos y quedará registro de la actitud de cada uno al ser interpelado por la paz.

La violencia como forma de relación humana generalizada es la amenaza de sumisión o muerte, el efecto (de la existencia) del arma, un objeto para matar -obviamente a los otros, lo que nos fuerza a todos a desarrollarla tanto como sea posible y a menoscabar y, eventualmente, a destruir la del otro, hacer la guerra. Por lo que la paz no es la ausencia casual y momentánea de guerra sino la libertad, el cese de la amenaza o, concretamente, el desarme, cuya condición es la inclusividad o universalidad de la voluntad de convivencia en paz, de modo que el arma resulta en el absurdo de ser un objeto para matarse o dañarse uno a sí mismo o en que la destrucción mutua sea autodestrucción, etc. Otra demostración es que el llamado “dividendo de la paz” es indivisible; el ahorro del gasto en armamento solo lo podemos lograr entre todos y es imposible para las partes por separado, y, finalmente, la consecuencia del desarme es el mayor bien, la comunidad humana.

El 16 de noviembre los humanos estamos invitados a manifestar nuestra voluntad de convivencia en paz, pero ya desde ahora asumimos responsabilidad por la suspensión de todo desarrollo y actividad con el arma para esa fecha en conversación con los otros, pues es el arma lo que nos divide y solo con el arma en suspenso podremos el mismo día 16 convocar también la celebración en 2025 de un Congreso de la Humanidad que se responsabilice por el desarme y la seguridad común humana y que aplique justicia recompensando a quien más contribuya al bien común. Y así proponemos que $2,5 billones del ahorro en armamento en un año se repartan entre quienes difundan esta propuesta de convivencia en paz, incluidos los patrocinadores de la Fiesta y el Congreso, si bien entendemos que sin el efecto del arma la convivencia nos lleva a asumir como propio el interés de la Humanidad sin más incentivo.

Invitamos ahora a todos los Ayuntamientos, universidades e Institutos de Enseñanza Secundaria de todo el mundo a declararse Amigos de la Humanidad apoyando la Fiesta de la Humanidad e invitando a sus homólogos. Con la universalidad, el actual sistema de amenaza como modo de relación humana puede y debe ser sustituido por la publicidad de la toma de decisiones, abiertas al juicio y participación de todos, pues la prueba de una buena voluntad -una que busca el desarme o bien común- es que la publicidad es el medio o recurso para realizar algo. (Son muchas las señales de la Historia sobre nuestro momento, pero aquí particularmente invito a la lectura del último capítulo o Anexo II de la Paz Perpetua de Kant).

ARRIBA LA BANDERA BLANCA, ABAJO LA GUERRA

No podemos seguir consintiendo el genocidio, el sufrimiento y la miseria que padecemos, que se soluciona con solo convivir, modo en el que la destrucción es autodestrucción y, por tanto, tiene la oposición de todos y cada uno de nosotros. Y, ¿Cómo vamos a hacerlo? Con la verdad.

Hasta ahora estábamos obligados todos a mentir y de mentira la guerra se atribuye a “diversas causas, tanto económicas, culturales religiosas, etc.” -léase la Wikipedia o consúltese la IA o la ONU o la UNESCO, porque para hacer la guerra el ser humano necesita diferenciarse figurativamente, ya sea entre demócratas y autoritarios (caso de la guerra en Ucrania), entre judíos y musulmanes (caso de Palestina), entre sunitas y chiítas (caso de Yemen) y así sucesivamente…., cuando realmente es el arma la que hace confesar semejantes figuraciones, que no tienen asiento en el sentido común y por ello se enseñan en las escuelas y se inventan los rituales.

Esa condición y actitud ha sido inevitable en el pasado, pues, así como un arma genera o es todas las armas posibles del mundo, en un mundo desconocido poner al arma en cuestión era cuestionar sobre todo a un estado, a una unidad armada, que es la forma del arma entre los humanos, y resultaba en debilitarlo para la guerra, pues la guerra es la “vida del estado”, como dice Sunzi en la primera línea del Arte de la Guerra. Pero hoy día en nuestro entorno globalizado es posible usar la verdad, declarar que la causa de la guerra es el arma, pues es el arma la causa de que no tengamos otra opción que la destrucción, y la destrucción mutua no puede ser nuestra elección ya que es precisamente el peor modo de resolver cualquier diferencia. Pero ni siquiera es eso, el hecho es que el arma nos fuerza a desarrollarla, invertir y trabajar con todos los recursos para aumentar nuestra capacidad de daño y a perjudicar y destruir esa capacidad en los otros, y eso es hacer la guerra.

Cada persona, cada uno de nosotros, es depositario del sentido común, por el que cada uno sabe como sus acciones afectan a los otros (Sócrates), para el que no es necesario ir a la escuela, y usarlo es ser partidario de la paz; basta pensar en el instrumento de la paz, la bandera blanca que pone en suspenso al arma, algo que ya vio claramente Cervantes, quien declara que «es lo mesmo las armas que la guerra» y nos muestra la bandera blanca discretamente en El Quijote, tanto en la Primera como en la Segunda Parte, aun sabiendo que todavía no se podía hacer uso de ella pues el mundo de su tiempo aún no estaba interconectado como ahora, pero ya había mostrado sus límites y el día de hoy era cuestión de tiempo.

El problema que tenemos que resolver todavía es que la verdad no puede esperarse de los líderes políticos cuya tarea es todavía servir al arma, pues el propósito de daño no puede ser hecho público (vease, por ejemplo, el Anexo II o último capítulo de la Paz Perpetua de Kant), mientras que la convivencia que proponemos no es la de la ONU sino de la Humanidad sin discriminación de nacionalidad, y eso es también sin discriminación de rango. Sí, tenemos que ser las personas las que hagamos uso de nuestro sentido común, las que alcemos la bandera blanca para poner en suspenso al arma y eso no pueden hacerlo los que llevan al hombro una bandera coloreada. Y no os preocupéis que el estado no se va a sentir ya amenazado por la bandera blanca pues se la exponemos a todas las armas, lo que no da ventaja a ninguna, que es lo único que la estúpida arma percibe.

Y nosotros no nos hagamos los tontos, que no lo somos realmente, todos sabemos que un arma no se hace para matarse uno a sí mismo, se hace solo para matar al otro, y eso es lo que nos “divide” o “separa” por lo que no “convivimos” y nos lleva a la guerra, ¿a quién queremos engañar entonces? ¿Lo tengo que ilustrar? Desplegar los soldados de la OTAN en las fronteras de Rusia no es amistoso ni “neutral” ni “casual” o la intensa fabricación y rápido desarrollo de armas de todo tipo por parte de China tampoco.  No pretendamos trabajar para el mal, para dañar a otros y disimular, cerrar los ojos, y esperar que no tenga consecuencias. Es la hora de la verdad, es la hora del desengaño, de que la Humanidad despierte de su pesadilla y comencemos a convivir compartiendo lo primero la verdad; que el mal es el arma, aunque la misión de la ONU sea ocultarlo y disimularlo; que las grandes potencias son las que distribuyen las armas clave a los bandos opuestos.

Por eso levantamos la bandera blanca convocando un día de la Humanidad el 16 de noviembre de 2024, y quien la acepta hace el alto el fuego y se libera de su esclavitud al servicio y desarrollo del arma. Cuento contigo, pues tú eliges ahora.

EL BIEN COMÚN

Hacer el mal -es decir, dañar a otros- no nace de la voluntad humana sino de la existencia del arma en la naturaleza a la que los seres humanos tuvieron que adaptarse, tratando de hacerla lo más mortífera posible y organizándose en unidades armadas.

El arma es la causa de la guerra (un objeto para matar y no otra cosa), cuyo objetivo siempre es, como dice Clausewitz, desarmar/destruir las armas del enemigo para ponerlo o mantenerlo a merced (que es el efecto normal del arma sobre los humanos que anticipan la muerte).

Una prueba clara de que el mal es involuntario es que la destrucción mutua es obviamente la peor manera de resolver las diferencias, pero siendo esta una opción se transforma en la única y realmente el arma misma es la causa de la división y la diferencia humana.

Y el alto el fuego, pese a lo beneficioso que es para ambos bandos en contraste con la destrucción mutua, no cabe ser sino solo un momento de rearme, porque otra cosa sería a ofrecer al enemigo lo que precisamente se propone conseguir con la guerra, desarmar al otro.

EL BIEN COMÚN

Ahora, la paz se sigue entonces de la simple coexistencia o unidad humana, de la toma de decisiones incluyente que, consecuentemente, previene y evita el arma, o lo que es lo mismo: genera el bien común, pues el dividendo de la paz/del desarme es indivisible, lo mismo que un arma resulta en todas las armas posibles del mundo.

Por ejemplo, el ahorro de los 2,5 billones que se gastan al año en desarrollo armamentístico son un bien común, pues no pueden ser generados por uno, ni por una parte, ni por la otra, sino por la Humanidad. Y esos 2,5 billones son una nimiedad en el dividendo total de la paz, que es la comunidad humana.

LA PAZ AHORA

Pero, hay que entender que, así como la condición del bien común es la universalidad, esta no ha sido posible hasta nuestro tiempo. Y aunque personas discretas y sabias del pasado han tenido entendimiento del bien común o de la paz como inclusividad, cosmpolitismo, humanidad o universalidad, como su propuesta no podía tener alcance universal, la publicidad de su percepción solo debilitaba a su propio estado, por lo que este no ha consentido y ha ocultado o tergiversado esta comprensión y por eso no tenemos noticia pública de la paz. (El efecto -virtual- del arma, es el tema del Quijote, por ejemplo, y este vínculo espiritual humano lo ve, por ejemplo, Mozi, quien dice que el Amor Universal, que es como se llama su doctrina, es la Voluntad del Cielo, voluntad no en el sentido de ordenanza sino que es en la disposición que nos pone ese vínculo espiritual o virtual que va más allá del hecho, de que, por ejemplo, el arma puntualmente mate pero virtualmente nos afecta todo el tiempo privándonos de libertad y de medios). Y los moístas ven también que el problema principal que ellos encaraban era no saber los límites del mundo o si los tiene….por eso se tenían que conformar en decir que era la Voluntad del Cielo.

Pero obviamente la ignorancia sobre los límites del mundo ya no es el caso hoy, por lo que, dado nuestro alcance universal, podemos y debemos mostrar lo que es la paz a los demás y dejar de contribuir al mal, la agresión, el sufrimiento y la miseria continúen como si no hubiese alternativa como en el pasado. Y la difusión de lo que es la paz: la convivencia, unidad humana o toma de decisiones incluyente, es todo lo que se necesita para lograrla pues, por lo demás, la propuesta es abierta, transparente, sincera, responsable, como no puede ser de otro modo lo que trata el bien común.

DA LA PAZ

Para su práctica, convocamos un Congreso de Unidad o Humanidad en 2025, precedido por un Dia de la Humanidad en 2024 fecha tope en el que las fuerzas armadas del mundo hayan cesado su actividad y desarrollo, de modo que todas las personas puedan participar en la preparación y organización abierta y transparente del Congreso, pues si nos mantenemos al servicio del enfrentamiento y desarrollo opuesto de las armas, el Congreso sería como la ONU, una representación (jerárquica) de las unidades armadas, pero no de la Humanidad.

El Congreso se asegurará de que la toma de decisiones humana sea incluyente, lo que quiere decir básicamente que sea pública, incluso aunque la mayoría sean subsidiarias, es decir, las toman aquellos a los que les conciernen. Y, principalmente, el Congreso asume responsabilidad por la seguridad humana común y sirve de medio en el proceso de desarme o creación del bien común, finalmente de la comunidad humana. También puede inicialmente hacer justicia humana, recompensar a quien más beneficie a los demás y a la Humanidad, pero en ese nuevo entorno de unidad, nos adaptaremos igualmente a él y, debido a la influencia mutua y a nuestra natural inclinación a ponernos en lugar del otro, asumiremos el interés de los otros y de la Humanidad como propio.

ENSEÑA LA PAZ

La paz llega porque nos pone ante una elección muy fácil; el bien o el mal. Basta pensar, comprender y compartir qué es la paz, comprender que la consecuencia de un arma son todas las armas posibles y que el arma nos enfrenta y hace a todos los humanos por igual sus esclavos y que la unidad humana o inclusividad universal genera el bien común, no mediante la imposición, ni es uniformidad, es la liberación mutua y universal del mal, del arma.

¿Quién puede preferir el mal que lo es para todos por igual y, por tanto, también para sí mismo? ¿Quién fabricará entonces un arma o quién permitirá que otro la fabrique o quién permitirá que algunos se organicen en unidades armadas? Y quien entiende la paz, que esta es posible, ¿no se se la enseñará a los otros?

 

PROGRAMME DE PAIX HUMAINE INCLUSIF ET UNIVERSEL

LE MAL N’EST PAS VOLONTAIRE

On parle du mal de la nature humaine, mais le mal est en réalité le travail, à proprement parler, l’esclavage, pour lequel on est payé, pour lequel on a le droit de manger, de vivre, de gagner un salaire à la fin du mois jusqu’au mois suivant.

Le but ultime du travail productif est en réalité d’accroître la privation d’autrui, de lui causer un besoin, si possible de monopoliser quelque chose et de le mettre à notre merci.

Même la promotion charitable d’une religion cherche ainsi à en évincer d’autres, ou avec la promotion des droits de l’homme et de la démocratie, la voie vers des « pays autoritaires » est fermée, etc.

Mais, par-dessus tout, le mal est un travail qui se manifeste dans la grande masse de gens qui se consacrent et s’exercent directement et expressément à tuer, ou d’autres qui conçoivent et produisent avec toutes ou les meilleures ressources disponibles des formes et des moyens pour tuer plus efficacement, ou qui travaillent sur l’étude des possibilités de causer le plus grand dommage possible à l’autre, à la menace duquel il est soumis.

Et, plus encore, une autre grande masse de personnes cache, déguise ce but et désoriente les gens, déformant à travers des représentations et des figurations la réalité des choses, des objets et des actions qui sont naturellement et clairement comprises par leur but ou leur objet.

Même le revers de la médaille est celui de ceux qui mènent des politiques opposées, par exemple en faveur du désarmement, des pacifistes, des anarchistes ou de ceux qui sont contre les armes nucléaires, dont les propositions d’actions unilatérales et folles ne sont qu’à leur propre détriment et objectif désavantage face à l’autre implacable, mais ceux-ci servent aussi à démontrer qu’il n’y a pas d’alternative et qu’ils peuvent donc aussi accéder à un paiement, bien que beaucoup plus limité, ou même les fonds disponibles pourraient avoir leur origine dans l’autre partie. …

L’ARME

Cependant, la vérité, qui est humaine, peut déjà être dite aujourd’hui, exposée comme suit: la présence d’un objet d’homicide, l’arme, fait que chacun a nécessairement besoin et veut le posséder et, en outre, le privatiser, et peut-être penser qu’il ne l’utilisera que si nécessaire ou lorsque cela est nécessaire, mais l’autre veut aussi cette option pour lui-même et obtiendra, s’il le peut, une arme plus puissante ou capable de faire plus de dégâts, et les deux groupes s’organisent en unités armées et nous essaierons de les consolider de manière plus grande, en cherchant à obtenir plus d’avantages et mettrons à leur disposition et à leur service autant de ressources humaines et matérielles que possible par une exploitation brutale, à tel point que, si l’on n’est pas en mesure de consolider un groupe suffisamment unité armée puissante, elle sera absorbée et/ou soumise par la première, et ainsi de suite jusqu’au monde dans lequel nous vivons, dans lequel nous travaillons tous pour le mal en cherchant à accroître cet avantage ou, pour ainsi dire, à nous défendre de celui du mal de l’autre.

Et nous devons nous rappeler, au cas où il y aurait le moindre doute, que l’arme n’est pas n’importe quoi, car, même si l’on peut tuer avec une chaise ou un couteau de cuisine, ceux-ci n’« alarment », ils ne nous obligent pas à réagir comme les armes dont ils disposent et qui manifestent explicitement dans leur forme, leur utilisation et leur signification leur objectif homicide, et l’arme n’est pas abstraite comme elle le paraît parfois ; Il a également besoin que l’ennemi spécifique se donne le maximum de sens, dans sa conception, son emplacement et dans tout le reste, comme guide pour cette recherche du maximum de dégâts concrets possibles.

Et la cause de la guerre, la destruction mutuelle, est le but ou la tentative pour que cette capacité de dommage se matérialise, et c’est ce que nous voyons avec l’attaque de la Russie contre l’Ukraine en vue de son intégration dans l’OTAN ou dans le cas de la Chine, qui n’a pas encore cela a causé un préjudice spécifique aux États-Unis, mais leur croissance économique, en particulier militaire, menace l’hégémonie américaine, et ainsi de suite.

Or, dans tout cela, y avait-il du mal humain ? Non, tout s’est passé et se passe de manière logique et rationnelle. Et telle est la réalité, peu importe combien chacun pense autrement, ou cache en public, justement derrière une vision et même un sentiment humain avec de bonnes paroles et de bons gestes, ce mal objectif et froid, qui s’impose inexorablement et tragiquement à tous nous également. Alors, une fois que nous avons vu et sous nos yeux la réalité authentique et la vérité, dont la manifestation est la condition de guerre dans laquelle nous vivons, comment est-elle résolue ?

LA PAIX

La paix, comme l’ont clairement vu les sages du monde, est la coexistence, l’unité humaine, une prise de décision inclusive dont la conséquence est de prévenir et d’éviter la tromperie, le préjudice mutuel – la guerre – et le but du mal – l’arme, qui est la cause de la guerre, et nous motive et nous guide pour le bien commun.

Mais nous ne pouvons pas penser ou parler de l’inclusivité sans mettre d’abord le mal, l’arme, sous le contrôle humain, puisque la condition et la racine de l’exclusion sont l’arme, comme le prouve le fait que, tout comme l’inclusivité est une prise de décision ouverte, publique et transparente, l’intention de nuire ne peut être rendue publique et doit être cachée ou déguisée, ce qui entraîne la confusion du monde attaché à la guerre.

L’inclusivité, qui est nécessairement humaine universelle et c’est pourquoi elle était impossible dans le passé, s’obtient en mettant toutes les unités armées sous un même commandement, ce qui les rend immédiatement redondantes et stoppe leur développement qui est cause de guerre. C’est donc notre but et notre objectif le plus immédiat, puisque tout le reste en dépend, et pour cela il est nécessaire qu’une personne assume cette tâche, c’est pourquoi moi, Manuel Herranz Martin, président et promoteur de HUM, je me propose et je proposer volontaire et exiger que toutes les unités armées le reconnaissent à la condition de la reconnaissance de toutes les autres.

Un seul contrôle des armes ne fait rien : comment pourrait-il être imposé, forcé ou exercer une violence contre lui-même ? Les armes ne sont justifiées que les unes par les autres, le but de nuire n’est justifié et ne peut être justifié que par le but de nuire à autrui, de sorte que le service de l’arme devient inutile et ses ressources humaines et matérielles peuvent être consacrées au service humain et non à ses dégâts, pour que ce commandement ne s’exerce pas sur le peuple qui est alors libre et que cesse l’esclavage et la soumission hiérarchique à l’arme, et que le travail, les objets et les actions ne soient plus destinés à servir l’arme mais l’Humanité, alors, à l’exception de l’arme, tout doit nous servir et, par conséquent, l’activité humaine peut déjà se fonder sur la publicité, la transparence et la rationalité en tenant compte de la situation concrète.

Ma candidature et ma campagne commencent avec la publication de ce document et visent à obtenir une reconnaissance complète à l’automne 2024, au cours de laquelle nous proposons de célébrer la Journée de l’humanité, jour où le Congrès de l’humanité est universellement convoqué pendant un an plus tard, afin que durant cette année-là, chacun peut participer à son organisation et à sa préparation. La tâche du Congrès est de garantir que toutes les décisions humaines, bien que subsidiaires, soient inclusives et assumeront la responsabilité de la sécurité humaine commune, qui est avant tout le désarmement, ainsi que l’établissement conséquent de la communauté humaine.

FEUILLE DE ROUTE

Comme indiqué ci-dessus, avec l’unité humaine, notre travail et nos actions sont le résultat de la compréhension rationnelle, publique et transparente de notre situation et de notre considération et discussion ouverte à son sujet, de sorte que les droits et conditions actuels sont garantis par l’humanité qui assume la souveraineté et évite et empêche toutes les violences telles que le vol ou tout autre dommage, ainsi les États deviennent subordonnés à l’Humanité et la représentent, en gardant le contrôle de la police et de sa gestion interne tout en procédant à la pacification ou à l’unification puis au désarmement qui consolide l’unité humaine. Et, en attendant, et jusqu’à la direction du Congrès, en cas de conflit entre pays en dernier recours ou si les parties ne parviennent pas à un accord, Manuel Herranz Martin, assume la tâche de médiation et, si nécessaire, d’arbitrage comme moyen d’éviter la confrontation et le préjudice mutuel.

Le Mouvement de l’Unité Humaine a pour tâche de diffuser l’appel à la paix humaine, qui est l’unité, avant tout des unités armées et dans les processus de cessez-le-feu, qui est notre meilleur service à l’humanité, partout où ils nous permettent de leur parler. Depuis que nous avons démarré ce projet, une fois notre application @HumanUnity prête fin juin, nous avançons bien en Afrique, notamment en RD Congo avec des dizaines d’associations qui soutiennent formellement et légalement notre projet, et là-bas le 21 septembre et Le 5 octobre, nous avons participé aux deux premiers accords de cessez-le-feu avec deux groupes rebelles dans la région des Grands Lacs, avec la coopération également du PDDCRS, l’agence gouvernementale de désarmement avec laquelle nous coopérons et nous pensons que d’autres groupes rebelles en RDC sont disposés à le faire le cessez-le-feu en considération et en soutien à l’unité humaine, et nous l’attendons également des autres groupes armés dans d’autres pays d’Afrique centrale, d’où nous envisageons de l’étendre à toute l’Afrique et au monde entier. Bien sûr, nous voulons contribuer le plus rapidement possible à faciliter le cessez-le-feu partout où nous le pouvons immédiatement et nous voulons le faire au Moyen-Orient, en Ukraine ou partout où nous sommes requis ou acceptés.

Et pour décembre de cette année, nous préparons déjà à Goma et Bukavu, les deux grandes villes autour du lac Kivu, une Journée ou Fête de l’Humanité, qui sera un test et un modèle pour l’événement de septembre 2024.

MOTIVATION ET INCITATION

Afin d’encourager la réalisation de notre objectif de paix et d’accepter les conditions ou règles du jeu actuelles, nous proposons ce qui suit: que les 2,5 milliards de dollars qui seraient dépensés en armes en un an soient utilisés pour récompenser ceux qui contribuent à réaliser la paix. paix, unité humaine.

Je vous invite et vous encourage à faire la paix et à vous inscrire et à faire un don maintenant et à attendre, à souhaiter avec impatience et à contribuer avec effort pour obtenir cette récompense, car avec cette disposition nous initions et manifestons la justice humaine, par laquelle celui qui profite à l’humanité sera récompensé et celui qui lui nuit, dissuade, et dont l’exécution sera une manifestation de la paix elle-même, donc l’humanité aura à la fois le pouvoir et les moyens de l’exécuter, puisque, tout en assumant la souveraineté, elle émet aussi les moyens de changement et de développement. Cependant, nous savons et espérons également qu’avec le temps et l’influence mutuelle, aucune incitation ne sera nécessaire, puisque notre tendance naturelle sera de traiter les autres comme nous voulons être traités et d’assumer le bien de l’humanité comme étant le nôtre.

De même, la validité de cette récompense découle de sa publicité et de sa transparence ouverte au jugement de tous, de même que toutes les décisions seront dans l’unité et la paix et non le produit d’une force quelconque, puisque la force ne s’oppose qu’à une autre force, et l’inclusivité elle est le contraire de la force, cette proposition ne peut donc être rejetée ou amendée qu’avec un meilleur argument.

L’inclusivité est désormais d’abord le opposite de la force, puis elle est le contraire de la force ; c’est le désarmement, c’est la communauté.

CAMPAÑA DE PACIFICACIÓN

¡ALTO EL FUEGO YA!

¡PAZ AHORA!

  • El mal no es voluntario
  • Es el servicio al arma, y unas trabajan contra otras
  • Pero, si las ponemos todas bajo un mismo mando resultan redundantes (el mando no hace nada)
  • Y nuestra toma de decisiones será incluyente, transparente y solo para el bien común,

APOYA A

MANUEL HERRANZ MARTIN

COMO JEFE DE TODAS LAS UNIDADES ARMADAS DEL MUNDO

 

Dona en https://human-unity.org/donation/

O envía un BIZUM al 656339490

 

CONSERVA EL RESGUARDO DE TU TRANSFERENCIA PARA CONSEGUIR UNA RECOMPENSA DE $500.000 MILLONES A REPARTIR POR IGUAL ENTRE TODOS LOS QUE HAYAN DONADO, CANTIDAD EXTRAIDA DE PARTE DEL AHORRO EN ARMAMENTO EN UN AÑO DE 2,5 BILLONES. (Condiciones en www.human-unity.org)

PROGRAMA DE PAZ HUMANA INCLUSIVA Y UNIVERSAL

EL MAL NO ES VOLUNTARIO

Se habla de la maldad de la naturaleza humana, pero realmente el mal es un trabajo, propiamente esclavitud, por el que se nos paga, por el que se nos permite comer, vivir, ganar un sueldo a fin de mes hasta el siguiente mes.

El fin último del trabajo productivo es realmente aumentar la privación de los otros, causarles necesidad, a ser posible monopolizar algo y ponerlos a nuestra merced.

Incluso la promoción con caridad de una religión busca desplazar así a las otras, o con la promoción de los derechos humanos y la democracia se cierra el paso a los «países autoritarios», etc.

Pero, sobre todo, que el mal es el trabajo se manifiesta en la gran masa de gente dedicada y ejercitándose directa y expresamente a matar, u otros a diseñar y producir con todos o los mejores recursos disponibles formas y maneras de matar más eficazmente, o trabajando en el estudio de las posibilidades de como causar el mayor daño posible al otro, con cuya amenaza se le somete.

Y, aún más, otra gran masa de gente ocultando, disfrazando ese propósito y desorientando a la gente, distorsionando mediante representaciones y figuraciones la realidad de las cosas, objetos y acciones que se entienden natural y claramente por el fin u objeto de estos.

Incluso, la otra cara de la moneda es la de aquellos que hacen políticas opuestas, por ejemplo, a favor del desarme, los pacifistas, los anarquistas, o los que están contra las armas nucleares, cuyas propuestas de acción unilateral no pueden sino resultar en perjuicio y en desventaja objetiva propia frente al implacable otro, pero estos sirven también para demostrar que no hay alternativa y pueden acceder por ello también a algún pago, si bien mucho más limitado, o incluso con origen en la otra parte…

EL ARMA

Sin embargo, la verdad, que es humana, puede ser ya hoy dicha, expuesta, como sigue: la presencia de un objeto para el homicidio, el arma, hace que cualquiera necesariamente necesite y quiera poseerlo y, más, privatizarlo, y quizás piensa que lo utilizará solo si hace falta o cuando haga falta, pero el otro también quiere esa opción para sí mismo y hará si puede un arma más potente o que pueda hacer más daño, y unos y otros se organizan como unidades armadas e intentarán consolidarlas más grandes, buscando obtener más ventaja y pondrán tantos más recursos, humanos y materiales como sea posible mediante dura explotación a su disposición y servicio, tanto que, si uno no es capaz de consolidar una unidad armada suficientemente potente será absorbida y/o sometida por la primera, y así sucesivamente hasta el mundo en el que vivimos, en el que todos trabajamos para el mal buscando aumentar esa ventaja o, llámalo bien también, defenderse de la del otro.

Y hay que recordar, por si acaso hay duda, que el arma no es cualquier cosa, pues, aunque se puede matar con una silla o con un cuchillo de cocina estos no ‘alarman’, no nos fuerzan a reaccionar como las armas que tienen y manifiestan explícitamente en su forma, uso y significado su propósito homicida, y el arma tampoco es abstracta como a veces aparece; necesita al enemigo concreto también, para darse a si misma el máximo sentido, en su diseño, localización, y en todo demás como guía para esa búsqueda del máximo daño posible concreto.

Y la causa de la guerra, la destrucción mutua, es el propósito o intento de que esa capacidad de daño se materialice, y así lo vemos con el ataque de Rusia a Ucrania a la vista de su integración en la OTAN o en el caso de China, que no ha hecho ningún mal especifico a EEUU, pero su crecimiento económico, propiamente militar, amenaza la hegemonía de EEUU, y así sucesivamente.

Ahora, en todo esto ¿Hubo maldad humana alguna? No, todo sucedió y sucede lógica y racionalmente. Y esa es la realidad, por más que cada uno piense otra cosa, o en público oculte, precisamente tras una visión y hasta un sentimiento humano con buenas palabras y gestos, esa maldad objetiva, fría, que se nos impone inexorable y trágicamente a todos por igual. Así que, una vez vista y ante nuestros ojos ya la auténtica realidad y la verdad, cuya manifestación es la condición de guerra en la que vivimos ¿Cómo se soluciona?

LA PAZ

La paz, como ha sido visto claramente por los sabios del mundo, es la convivencia, la unidad humana, la toma de decisiones incluyente cuya consecuencia es prevenir y evitar el engaño, el daño mutuo -la guerra- y el propósito de daño -el arma, que es la causa de la guerra, y nos mueve y motiva al bien común.

Pero no podemos pensar ni hablar de inclusividad sin poner el mal, el arma, bajo control humano primero, pues la condición y raíz de la exclusión es el arma, como lo prueba el hecho de que, así como la inclusividad es la toma de decisiones abierta, pública y transparente, el propósito de daño no puede hacerse público y ha de ser ocultado o disfrazado, de lo que nos resulta en la confusión del mundo que va aneja a la guerra.

La inclusividad, que es necesariamente universal humana y por eso era imposible en el pasado, se logra al poner a todas las unidades armadas bajo un mismo mando, lo que de inmediato las hace redundantes y detiene su desarrollo que es la causa de la guerra. Por tanto, ese es nuestro propósito y objetivo más inmediato, pues de el depende todo lo demás, y para ello es preciso que una persona asuma esa tarea, por lo que yo, Manuel Herranz Martin, presidente y promotor de HUM, me ofrezco y propongo voluntario y requiero a todas las unidades armadas su reconocimiento con la condición del reconocimiento de todas las demás.

Un mando único sobre las armas no hace nada, ¿Cómo podría imponerse, forzarse o ejercer violencia contra si mismo? Las armas solo se justifican unas por otras, el propósito de daño solo se justifica y puede justificarse por el propósito de daño del otro, por lo que servicio al arma se hace innecesario y sus recursos humanos y materiales pueden dedicarse al servicio humano y no a su daño, de modo que este mando no lo es sobre las personas que quedan así entonces libres y se acaba la esclavitud y sumisión jerárquica al arma, y el trabajo, los objetos y las acciones no tienen ya por fin servir al arma sino a la Humanidad, pues, salvo el arma, todas las cosas son para servirnos y, por ello, la actividad humana puede estar ya entonces basada en la publicidad, transparencia y en la racionalidad en consideración de la situación concreta.

Mi candidatura y campaña comienza con la publicación de este documento y tiene por objetivo lograr ese reconocimiento completo en otoño de 2024 en el que proponemos se celebre el Dia de la Humanidad, jornada en la que se convoca universalmente el Congreso de la Humanidad para un año más tarde, de modo que durante ese año todos y cada uno puedan participar en su organización y preparación. La tarea Congreso es asegurar que todas las decisiones humanas, aunque subsidiarias, sean incluyentes y se responsabilizará de la seguridad humana común, que principalmente es el desarme, así como el consecuente establecimiento de la comunidad humana.

HOJA DE RUTA

Tal como queda arriba dicho, con la unidad humana nuestro trabajo y acciones son el resultado del entendimiento racional, público y transparente de nuestra situación y nuestra consideración y discusión abierta de la misma, por lo que los derechos y condiciones actuales quedan garantizados por la Humanidad que asume la soberanía y evita y previene toda violencia como lo sería el robo o cualquier otro daño, así que los estados pasan a estar subordinados a la Humanidad y la representan, manteniendo el control de la policía y su gestión interna en tanto que se lleva a cabo la pacificación o unificación y luego el desarme que consolida la unidad humana. Y, entre tanto, y hasta la gestión del Congreso, en caso de conflicto entre países en último término o recurso si las partes no lograran acuerdo, Manuel Herranz Martin, asume la tarea de mediación y, si fuera necesario, arbitraje, como modo de evitar la confrontación y el daño mutuo.

El Movimiento de Unidad Humana tiene la tarea de difundir la llamada a la paz humana, que es la unidad, primero y ante todo de las unidades armadas y en los procesos de alto el fuego, que es nuestro mejor servicio a la Humanidad, allí donde nos permiten que les dirijamos la palabra. Desde que hemos comenzado este proyecto, una vez que nuestra app @HumanUnity estuvo lista a finales de junio estamos avanzando bien en África, particularmente en RD Congo con decenas de asociaciones que apoyan nuestro proyecto formal y legalmente, y allí el día 21 de septiembre y el 5 de octubre participamos en los dos primeros acuerdos de alto el fuego con dos grupos rebeldes en la zona de los Grandes Lagos, con la cooperación también de la PDDCRS, la agencia del gobierno para el desarme con la que cooperamos y creemos que otros grupos rebeldes en RDC están dispuestos a hacer el alto el fuego en consideración y apoyo a la unidad humana, y lo esperamos también de otros grupos armados en otros países del África Central, desde donde planeamos extendernos a toda África y a todo el mundo. Por supuesto, deseamos ayudar lo antes posible a facilitar el alto el fuego allí donde podamos de inmediato y así lo deseamos en Oriente Medio, en Ucrania o en dónde se nos requiera o acepte.

Y para diciembre de este año estamos preparando ya en Goma y en Bukavu, las dos grandes ciudades alrededor del lago Kivu, un Día o Fiesta de la Humanidad, que será prueba y modelo para el evento de septiembre de 2024.

MOTIVACIÓN E INCENTIVO

Con el fin de incentivar el logro de nuestro objetivo de paz y aceptando las condiciones o reglas de juego actuales, proponemos lo siguiente que los 2.5 billones de dólares que se gastan en armamento en un año se utilicen en recompensar a aquellos que contribuyan a la unidad, a la paz humana.

Te invito y animo a hacer la paz y que apoyes a HUM y dones ahora y difundas, compartas y animes a otros a hacerlo con todas tus fuerzas, y por ello conviene que desees y anheles la recompensa con impaciencia y te anime a contribuir con tu esfuerzo a obtener esa recompensa y a proponérsela a otros, pues con esta disposición iniciamos y manifestamos la justicia humana, por la que quien beneficia a la Humanidad será recompensado y quien la daña, disuadido, y cuya ejecución será manifestación de la paz misma, por tanto la Humanidad tendrá tanto la potestad como los medios para ejecutarla, pues, tal como asume soberanía, también emite el medio de cambio y desarrollo. Si bien, también sabemos y esperamos que con el tiempo y la influencia mutua no será necesario incentivo alguno, pues nuestra tendencia natural será tratar a los otros como queremos ser tratados y asumir el bien de la Humanidad como propio.

Igualmente, la validez de esta recompensa surge de su publicidad y transparencia abierta al juicio de todos, tal como serán todas las decisiones en unidad y en paz y no producto de fuerza alguna, pues la fuerza se opone solo a otra fuerza, y la inclusividad es lo opuesto a la fuerza por lo que esta propuesta solo podría ser rechazada o enmendada con un mejor argumento.

La inclusividad es ahora primero lo opuesto a la fuerza, después es lo contrario a la fuerza; es el desarme, es la comunidad.

DÍA INTERNACIONAL DE LA PAZ

(Comparto abajo entrevista con Onda Cero)

La paz de HUM, porque la paz de la que se habla por ahí y en la ONU ¿a qué han ido allí? ¿a rezar por la paz?

No, a seguir haciendo la guerra.

La paz de la que hablan refiere al alto el fuego, el cese de la matanza y la destrucción, para dedicar toda la fuerza al rearme, que es precisamente la causa de la guerra, pues las armas significan sumisión o muerte. Esa es la causa de la guerra de Ucrania, que, incrustada en Rusia, se integraba en el bloque militar liderado por EEUU, esa es la causa de la contención de EEUU a China, que no le ha hecho nada, más que rearmarse tal cual se lo permite su crecimiento.

Esa paz como alto el fuego es la del pasado, hoy los humanos podemos convivir, tomar las decisiones juntos, inclusivamente y, en consecuencia, por el bien común en lugar de al servicio del arma. Por eso la PAZ es el Congreso de Unidad que convocamos para 2025, para el que necesitamos el apoyo de todas las personas. Y si conocéis a alguna persona digna de participar por su humanidad o su conocimiento, contactad con nosotros.

Entrevista en Onda Cero:

 

LA BANDERA DE LA PAZ

ALZO LA BANDERA BLANCA

Quizás algunos se repriman de leer esto sin saber que indignidad cometerían, lo primero porque gracias a ella estamos ya logrando el alto el fuego en África y lo haremos en todo el mundo y lo segundo por lo que manifiesta, ¿Qué sentido tiene el alto el fuego bajo una bandera de colores que representa a un arma, es decir; sumisión o muerte?

Alzamos la bandera blanca en petición de alto el fuego convocando la unidad humana, la paz, que se implemente en un Congreso de la Humanidad en 2025 que asuma responsabilidad por la seguridad humana común y asegure que las decisiones sean inclusivas, es decir, que no tengan por propósito el daño, que no sirvan a las armas, por eso la bandera blanca es la bandera de la paz, de la Humanidad unida.

Si en el pasado, la bandera blanca equivalía a rendición, ¿Cómo podría ser hoy así cuando la ondeamos conjuntamente las personas de diferentes unidades y bloques armados?

  • Se consideraba la bandera de rendición porque, como dice Cervantes, las Letras, lo que se publica (ya sean las figuraciones del pasado o las actuales así como la prensa actual) están al servicio del arma, directamente financiadas o censuradas por ella, y su servicio más básico es ocultarla, pues el arma es el mal, el propósito de máximo daño posible, por eso, las Letras no pueden poner en cuestión al arma, de la que dependen, y sin cuestionar su existencia solo queda someter o ser sometido -según quien tiene la capacidad de destruir al otro. Por eso, amigo, la bandera blanca es tu bandera y tu esperanza.

 

  • Y, de la misma manera, tal como siguen haciendo las Letras (los medios) se identifica todo cese de ataque, como rendición y, en efecto, así Occidente una vez que no ha tenido éxito éxito en colapsar la economía rusa con las sanciones, propiamente la única carta que hubiera podido darle la victoria ante la mayor potencia nuclear, y una vez que Ucrania se está quedado sin hombres en edad de ir al frente tras el (probable) fracaso de su contraofensiva, parece que la guerra ahora pasará al uso de misiles de más largo alcance (en su totalidad de suministro occidental) como modo de sostenerla, lo que supondrá un paso más en la escalada y posiblemente una nueva ofensiva terrestre de Rusia. Por eso, amigo, la bandera blanca es tu bandera y tu esperanza.

 

  • Y es que lo que se llama paz que no sea eliminar el arma, bajo sus banderas de colores, es solo un alto el fuego, pues «es lo mesmo las armas que la guerra». Alto el fuego al que sigue el máximo esfuerzo por rearmarse e impedir que lo haga el otro, de modo que las guerras son generalmente preventivas; tienen generalmente el propósito de impedir que el rearme del otro resulte demasiado peligroso; esa fue la causa de la guerra del Peloponeso o la que podría venir entre EEUU y China, debido al crecimiento económico de China. Por eso, amigo, la bandera blanca es tu bandera y tu esperanza.

 

  • La ocupación y esfuerzo supremo del ser humano en todo tiempo y lugar es servir y desarrollar el arma, pero el propósito de daño no se puede declarar, hacer público y nos lo ocultan las Letras, por eso tenemos que pensar desempolvando y poniendo en uso la inteligencia para comprender que del mismo modo que hoy nos parece que las armas estaban causalmente ahí cuando comienzan las guerras, hoy sabemos del pasado que los vehículos, los barcos, los aviones, el teléfono, la fisión nuclear, internet y todos los inventos que se nos ocurran han buscado y tenido siempre y primero un propósito y uso militar, que con el tiempo ha pasado al uso civil, y eso es lo que igualmente sucede ahora aunque no nos lo cuenten. También vemos la disposición de las ciudades, con el castillo arriba y las casuchas abajo, o el sentido estratégico de las rutas y los enclaves, aunque tampoco lo percibamos superficialmente, y finalmente es imposible que nuestros ojos no vean que el arma es la mayor disposición y concentración masiva permanente de recursos humanos y materiales siempre en estado de alerta y entrenamiento aun sin expectativa evidente de confrontación en el horizonte. Por eso la bandera blanca es tu bandera y tu esperanza.

 

La bandera blanca no equivale a rendición ¿Cómo podríamos proponer con ella la unidad humana si nos rendimos que es tanto como perder la capacidad de proponer? Y de la misma manera un desarme unilateral no resulta en que dejemos de ser esclavos del arma, sino que esa esclavitud es entonces al servicio de otra; el desarme solo puede lograrse si es acordado, conjunto, universal y simultáneo, por eso es posible hoy, y por eso convocamos la unidad humana, el Congreso de unidad por el que reclamamos el poder para la Humanidad y para dejar de ser esclavos del arma mediante el desarme. que es la liberación de todos.

No hay problema entre los humanos ¿O acaso alguien piensa que en el caso de que reiniciemos nuestra relación hay alguna persona que pueda juzgar como aceptable dañar (o amenazar con daño) a otro, cosa que precisamente nos lleva ahora ineludiblemente a la autodestrucción? Es un mal que viene de nuestro aislamiento anterior, pero, como ya vio el agudo Cervantes, la bandera blanca estaba siempre ahí diciéndonos, adelantándonos la paz, es decir, una paz sin armas.

(Invito al amable lector a buscar y comprender el sentido de la bandera blanca en el encuentro entre los dos amantes del Quijote, el cautivo cristiano y la mora Zoraida, en la Primera Parte y en el episodio de los leones encerrados en el carro de las banderas de la Segunda)

 

LA REUNIÓN DE LAS G20

He mantenido estos días alguna conversación con personas cultas, eruditas e inteligentes y cuando les hablo de las armas, se despeñan en un abismo oscuro, insondable que me demuestra su confusión e incluso infantilismo, de modo que les dedico con cariño este post

LA REUNIÓN DE LAS G20

Estamos viendo continuas reuniones de los líderes mundiales, la última los de las G20. Biden continua el viaje a Vietnam para buscar aliarle contra China y Kim a Vladivostok; el propósito ineludible y real de los líderes de las unidades armadas reunidos en India es someter a los otros mediante su capacidad de destruirlos, pero, lógicamente, no van a reunirse para hablar de eso, a compartir allí su trabajo y motivación real. Eso lo harán privadamente y acaso en otros foros más reducidos, en Dehli hablan de otras cosas, aunque ciertamente todos saben de la retórica.

Para las unidades armadas, la paz es el alto el fuego, es decir, un breve estado y tiempo en el cesa la matanza y la destrucción que se dedica a rearmarse y a intentar impedir que lo haga el otro y a debilitarle tanto como pueden -y la guerra es luego básicamente siempre la prevención de ese rearme.

Se llama paz a ese estado porque esta se incorpora junto al dominio de una de estas armas, que niega así su amenaza y propósito de máximo daño posible al otro, lo que disimula con palabrería que hace confesar y que muchos se además se creen.

De modo que hablan de justicia, derechos humanos, de cambio climático, de desarrollo, etc., pero es el arma más destructiva la que imparte justicia, derechos (humanos o de otro tipo), fondos o financiación (la impresión de IOUs) para el desarrollo y todo lo demás, siempre además necesariamente dirigido a su rearme y al debilitamiento del otro, por ello las potencias nucleares son los líderes del mundo; las que imparten esa seguridad y justicia.

En cuanto a la seguridad, el documento que han producido estas 20 unidades armadas principales refiere a que nadie debe invadir a otros países (como dice la ONU), sin embargo, esas 20 unidades armadas son los principales productores de armas y como las otras unidades armadas más pequeñas son dependientes de esa producción, hablar de la independencia de los países es tontería, pues esas unidades armadas pequeñas dependen del suministro de las productoras para existir. Pero lo peor es que habitualmente las potencias rivales suministran armas a las facciones que sirven a sus intereses tal como es el caso de Siria o en Ucrania ahora, o en la práctica totalidad de los países africanos. Peor aún, las 20 grandes ni siquiera necesitan invadir a nadie, pues van a comprarles armas directamente y a hacerse dependientes de ellas y si esas armas grandes tienen algún interés en esos territorios simplemente suministran armas a la facción rebelde que les interese, o si no, ellos mismos crean esa facción gastando muy poco dinero dada la necesidad de la gente en esos países.

Pero si en lugar de al servicio de las armas, las miramos como personas sin acatar la estupidez, la brutalidad y la inhumanidad que estas nos imponen (para seguir ejercitando la guerra, de la que somos la carne de cañón), obtenemos plena claridad y certeza de que la paz es la inclusividad universal, la convivencia natural con los otros, a los que informamos y compartimos nuestros propósitos y cooperamos para el bien común, pues obviamente la toma de decisiones incluyente previene y evita el propósito de daño (las armas, el mal) y solo trata del bien común.

Por eso convocamos un Congreso de Unidad Humana en 2025 que asuma responsabilidad por la seguridad humana común, propiamente el desarme, y se asegure que todas las decisiones sean incluyentes. Por defecto, eres carne de cañón de un arma y así enemigo de la Humanidad, pero ahora puedes ser amigo de la Humanidad apoyando el Congreso. Elige esto último, claro.