Estás invitado a un Día o Fiesta de Reconciliación de la Humanidad el 16 de noviembre de 2024, para la que solicitamos tu cooperación en la forma que puedas, por lo que si se te ocurre algo, ponte en contacto con nosotros.
Será el día de la consumación de los tiempos, pues el origen o fuente del bien común es la universalidad, la inclusividad (en chino 兼 jian), mientras que la parcialidad o unilateralidad (la exclusión, en chino 别 bie) es el origen del mal, así lo ven y dicen claramente y por igual los cosmopolitas orientales y occidentales, aun sin comunicación alguna entre ellos. Así lo expresa, por ejemplo, Mòzǐ:
“Supongamos que un hombre entra en el huerto de otro y le roba los melocotones y las ciruelas. Al oírlo el público lo condenará; Si lo cogen, lo castigarán. ¿Por qué? Porque daña a otros para beneficiarse él mismo. Pero cuando se trata del gran ataque de los Estados, no saben que deben condenarlo. Al contrario, lo aplauden, calificándolo de justo. ¿Se puede decir que esto es saber la diferencia entre justo e injusto? Si hubiera un hombre que al ver algo un poco oscuro dijera que es negro, pero al ver mucho dijera que es blanco; entonces deberíamos pensar que no sabe distinguir entre el blanco y el negro. (Libro V – Contra la Guerra Ofensiva)
Pero ese conocimiento no fue suficiente para la paz o inclusividad, que se intentó establecer mediante religiones o ideologías que necesitan líderes o guías y tienen que ser enseñadas e impuestas, pues no se basan en un sentido o conocimiento natural como el expuesto por los cosmopolitas sino que se confiesan y son así realmente un obstáculo para la paz, tal como vio Sócrates, y por ello sostiene Kant también que la prueba de la búsqueda del bien común es la publicidad de la toma de decisión y no el secretismo del estado.
Pero El Quijote nos muestra que la parcialidad o exclusión es, en realidad, la forma de relación del arma consigo misma a la que los humanos estamos esclavizados, pues siendo el arma para matar o dañar al otro, la única paz que admite su existencia es poner todo bajo un dominio piramidal o jerárquico y la manifestación de ese dominio es precisamente hacernos confesar, por lo que la paz o inclusividad es el desarme, cuya expresión y medio es la bandera blanca.
Por eso, la Reconciliación humana es el cese total de la actividad del arma -el alto el fuego, y el cese del servicio humano al arma que es el el trabajo, la inversión y la dedicación al desarrollo y expansión del arma y así el Día de la Reconciliación de la humanidad sirve para aseguramos que ese entendimiento se hace universal y también es así la convocatoria de un órgano o sistema humano para la coordinación o gestión del desarme, pero también este conocimiento puede y debe servir YA como medio de entendimiento para que hagan el alto el fuego ya los que ahora están en guerra, como muchas partes de África, Gaza y Ucrania.
Esta propuesta es pública, sincera y abierta, pues busca cándidamente el bien para todos y también la cooperación de todos sin distinción jerárquica ni estatal para acabar con el arma, y quien tenga dudas o quiera refutarla, que se exponga públicamente, pero asumir que solo somos una parte del arma a la que pertenecemos y que solo los que representan esa arma son los que deben hacer o gestionar la paz es obviamente absurdo. Si bien es cierto que no tenemos medios de difusión, solo el conocimiento y la voluntad de lograr la paz y la libertad que esta a nuestro alcance porque es algo que, en efecto, solo puede hacerse entre todos, pero aquí estamos ya todos.