Los pensadores antiguos que ya nos convocaban a la unidad humana, principalmente sus más prominentes, tanto Mozí como los cosmopolitas occidentales, aún sin que la unidad fuera viable en su tiempo apelaban al Logos o sentido común de los humanos como la base y fundamento de su esperanza y de su propuesta. Y así este mensaje de hoy tiene ese propósito de dirigirse al sentido común de cada persona de modo transparente, aquí sincero, y, lógicamente, desde lo que uno piensa y sabe, y queda abierto a mayor aclaración o detalle que se te ocurra plantear, pues nos proponemos y esperamos llevar a la práctica nuevas relaciones humanas con importantes efectos para todos y a cada uno de nosotros.

CONVOCAMOS

Un Congreso Mundial o Universal transparente y abierto a celebrarse en Madrid en otoño de 2020 y a retransmitirse a todo el mundo para tratar la convivencia humana, o lo que es lo mismo, para establecer un sistema de toma de decisiones inclusiva, ya que la consecuencia de unirnos es, lógicamente, que actuaremos y cooperaremos solo para el beneficio y nunca para el daño.

LA GOBERNANZA GLOBAL ES LA TRANSPARENCIA

Los que ahora convocamos la Conferencia o igualmente los que nos damos por convocados entendemos y queremos hacernos entender que el efecto que pretendemos de nuestra voluntad o decisión de unirnos es acabar con el mal, la mala intención, y, a tal efecto, usar la transparencia como forma de gobernanza global.

La transparencia es incompatible tanto con la violencia como con el sistema de mando o de predominio actual, tanto militar como político o empresarial, pues el mando incluye necesariamente un saber exclusivo, un conocimiento superior en cuanto a la posesión de datos y a la disposición de no compartirlos, así como la mistificación de los subordinados esencial para poder manipularlos. (Véase Sócrates, que se negó a cooperar con la polis en hacer creer a los jóvenes atenienses en los dioses o el Arte de la Guerra, cap XI)

CONSTITUCIÓN UNIVERSAL

Así, este es el entendimiento, el ser y el compromiso del ciudadano cosmopolita, uno que es leal a la humanidad, que se libera y libera a los demás dejando de someterse a un grupo armado –ahora, sobrevenido; en el futuro delincuente- pues nos damos una ley básica: que no puede establecerse asociación alguna para dañar a los otros. Esa es nuestra constitución, la fuente del nuevo derecho humano, cosmopolita. Y así las personas pasamos a ser el fundamento y la garantía de la unidad desde nuestro compromiso directo e inmediato de unos con otros.

SOBERANÍA HUMANA

No son, pues, las instituciones, nuestros representantes o las empresas, los que, como habitualmente, toman esta decisión de unidad por nosotros, somos cada uno de nosotros personalmente como sujetos de juicio, de razón y de sentido común, las que, haciendo uso de estas capacidades, emitimos nuestro juicio y decisión de unirnos y así nos liberamos, nos empoderamos unos a otros como seres humanos y solo después las posiciones que los humanos ocupamos en empresas o instituciones se humanizan, pasan a servir a la humanidad, porque la humanidad se ha constituido, ha pasado a ser sujeto de derecho positivo que manifiesta que la humanidad es la fuente de todo derecho y de todo recurso y que las personas con y por su sentido común son los legisladores, ejecutores, jueces y soberanos -en sustitución de la fuerza bruta, irracional e incontrolable actual propia de la parcialidad de los estados.

Nuestro problema no es que carezcamos de capacidad de entendimiento y así de cooperación mutua, común, universal, especialmente sobre cosas y objetos, sino que gran parte de lo que necesitamos ver o saber para entender/juzgar se nos oculta, pero con la unión los ojos de todos sirven a la humanidad y vemos con ellos los confines últimos y más recónditos de la Tierra y así todos sabemos todo lo que necesitamos saber y lo usamos lo primero para poner fin a la mala intención, la inversión en armamento y, después, para llevar a cabo el desarme inclusivo, acordado, conjunto.

EL MAL

La mala intención, dañar, necesita ocultarse y, por lo tanto, no puede juzgarse (prevenirse). Pero se manifiesta en los medios de daño que son las armas. Así pues, solo si estamos dispuestos a la transparencia, tenemos seguridad respecto a nuestra buena voluntad y deseo de evitar y prevenir el daño, si bien, esta se realizará solo con el acuerdo y la cooperación de todos, ya que de modo unilateral no es posible y es preciso difundir primero la propuesta de unidad a todo el mundo, comunicación que se produce con la convocatoria misma del Congreso.

El daño tiene necesariamente un objetivo: el otro. Objetivo que desaparece con la unidad humana. Y la unidad humana toma forma en el Congreso Universal. En él, inclusivo, carente del otro como objeto de daño, la tarea de los participantes es establecer objetivos de servicio, de bienestar o desarrollo humano a los que dirigir los recursos liberados de sus objetivos de destrucción o estratégicos -causa de la actual producción irracional, del dopaje, explotación y abuso de las personas.

No es el capitalismo, como habitualmente se adoctrina y se cree, lo que impide que se destinen los recursos humanos a cubrir las necesidades de las personas, que sería de sentido común sino los intereses estratégicos (las personas son también de cierto interés estratégico, pero limitado). El liderazgo y el esfuerzo del estado ineludiblemente se dirige a objetivos estratégicos (relativos al ejército = strato en griego) pues su seguridad es lo más importante, es su razón de ser, por ese motivo el estado rescata a los bancos y no a las personas, o invierte en alta tecnología y no en dar de comer a quien muere de hambre, lo que busca es lo que le da ventaja competitiva frente a los otros estados, les hace dependientes, no importa lo que cueste en términos humanos.

La guerra es constante o absoluta, que diría Clausewitz, y la inversión productiva o capitalista tiene sentido estratégico. Contrario a lo que el marxismo preveía, el socialismo de la Unión Soviética no pudo soportar/competir contra la superioridad estratégica del capitalismo y del consumismo. Unidos, sin embargo, nuestro desarrollo es relativo al interés común, los desarrollos dejan de ser ‘capitalistas’, dejan de ser estratégicos para ser humanos. Por ejemplo, si desarrollamos la oftalmología servimos a la humanidad, pues todos tenemos ojos, y así sucesivamente y así será el caso de desarrollos de alta tecnología que también son útiles y valiosos pero su objeto será exclusivamente el servicio a la humanidad, mientras que su actual objeto de desarrollo es la superioridad o ventaja de unos estados sobre otros, por eso es tan intensivo, eso es lo que significa estratégico, el criterio que detrás de toda iniciativa en el presente.

LA TOMA DE DECISIONES INCLUSIVA

Todo el trabajo del Congreso se deriva de esa voluntad inclusiva y, por lo tanto, de esa buena voluntad, manifiesta en el hecho mismo de que el Congreso se celebre. Con el Congreso, en esa fecha determinada y en ese punto se detiene la mala intención o voluntad, que se dirige objetivamente al desarrollo o inversión en armas en todo el mundo, ese es el comienzo. La renuncia a la voluntad, concepción, diseño y producción de objetos cuyo fin es el daño, a lo que seguirá el desmantelamiento de los medios de destrucción ya existentes, su reciclaje, que es la mejora igualmente también de la cooperación, la eliminación de barreras y la construcción de puentes.

El resultado del Congreso, así como, en general, el sistema de toma de decisiones inclusiva, es exacto, predeterminado, claro, seguro, en cuanto a que pone fin al mal y busca solo el beneficio, solo es incierto en cuanto a los detalles, concretamente la valoración de las propuestas de mejora o desarrollo de bienestar humano planteadas por cualquier persona, aquí principalmente por los expertos convocados al Congreso, donde estas valoraciones refieren a la relación con los recursos disponibles para su realización, así como su orden de prioridad o coste de oportunidad en relación a los intereses comunes de la humanidad, etc.

LA TOMA DE DECISIONES NO INCLUSIVA, EL ORIGEN DEL MAL

Por otro lado, sabemos por la misma lógica que el potencial -el objeto de la estrategia- o actual desarrollo de medios de destrucción de los otros nos preocupa y que nuestro propio desarrollo de medios de destrucción les preocupa a ellos (cualquiera que estos sean). Y su resultado es la carrera de armamentos infinita y la guerra -el propósito de destrucción de los medios de destrucción del otro- como modo de relación humana, lo que no es deseable ni ventajoso para nadie. El mantenimiento, justificación o defensa de este sistema solo puede tener origen en el engaño, la superstición.

LA CAUSA COMÚN

Cualquier desarrollo destructivo (desarrollo particular) nos pone más a merced violenta de los otros o a los otros de la nuestra. ¿Sucede acaso que no puede pensarse un mundo sin unos a merced de otros o sin violencia? Puede pensarse, de hecho lo han pensado muchos que han reflexionado sobre ello, es la ‘causa común’, el objetivo compartido, esa es la forma de la paz –causa común que solo en la actualidad es posible, esto es: de todos- y esa causa común es, después de la cobertura de las necesidades, el bienestar y el desarrollo inclusivo. A este entendimiento básico nos acogemos para tomar la decisión de unirnos.

‘LA GRAN VIRTUD’

La voluntad de tomar las decisiones inclusivamente, de unirnos, queda en ser una decisión puntual, que se toma ahora, aquí, ya y que se escenifica en el Congreso para, desde ese punto, mantenerse indefinidamente. Sin embargo, el comportamiento de las personas, su relación con sus semejantes, necesita un periodo de adaptación de los hábitos hacia la armonía de la comunidad que, a su vez, la comunidad favorecerá facilitando, escenificando también, las condiciones adecuadas a tal efecto –en contraste con la brutalización, abuso, engaño y mistificación actual consecuencia de la parcialidad.

TREGUA INMEDIATA

Ya somos algunas las que trabajamos en la convocatoria, con unas pocas más que nos permitan poder comunicarnos con las personas involucradas en actos violentos podremos detener la violencia de inmediato, tanto la de Oriente Medio como de otras zonas del mundo, también los disturbios de Hong Kong, Cataluña y otros lugares, pues la destrucción que causa la actividad violenta tiene por objetivo y justificación los medios de destrucción del otro, así como los medios de destrucción de uno son en función de los medios de destrucción del otro y no tienen otra justificación ni razón de ser posible, son un pozo sin fondo de desperdicio para todos.

La violencia entra en contradicción con la voluntad de la unión humana, cuya consecuencia es la eliminación de todos los medios de destrucción sin violencia, y, por tanto, la violencia puede ser detenida ya mediante la convocatoria del Congreso de unidad, que lo es de paz universal real, no ilusoria, y su efecto inmediato es la tregua; hasta la celebración del Congreso en el que la paz o unidad entre en vigor el próximo otoño y con ella la eliminación efectiva de los medios de destrucción.

TU

Si entiendes el fin, el medio y las consecuencias de esta convocatoria, tienes que hacerla tú también pues, si deseas la convivencia humana no puedes al tiempo tener mala intención, esto es, sostener los medios de destrucción. La unidad acaba con los medios de destrucción, así pues, la voluntad de unidad es la buena intención, y la unidad requiere la convocatoria (al Congreso), por lo que una (buena) voluntad que no convoca el Congreso es una voluntad oculta, que es la mala voluntad, la que no permite ser juzgada -que da lugar a que tampoco lo sea la de los otros. Se consciente.

La convocatoria al Congreso es la convocatoria a la convivencia en lugar de la confrontación y no necesita de estos complejos razonamientos o ilustraciones porque la misma convocatoria implica todo lo dicho.

Ya ves, pues, como tu participación es posible y necesaria; todos dependemos de ti.

Gracias

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