Queridos amigos,

SOBRE LA FECHA Y LUGAR DEL CONGRESO DE UNIÓN

La celebración del Congreso de Unidad Humana obtuvo el apoyo y, en alguna medida, el compromiso del ayuntamiento de Madrid con el equipo de Manuela Carmena. Pero, pese al esfuerzo de su responsable de Acción Internacional y Ciudadanía Global, Antonio Zurita Contreras, porque el ayuntamiento asumiera de modo apartidista hospedar el evento, no está teniendo continuidad por parte del nuevo gobierno de Madrid.

La convocatoria al Congreso, sin embargo, ya está hecha, es pública y lo que tratamos de acordar con el ayuntamiento es la fecha y venue para poder emitir las invitaciones preliminares a los participantes que son las personas y empresas más relevantes en los siguientes Grupos de Trabajo: Educación/Humanidades, Desarrollo, Tecnologías (este dividido en Alimentación, Sanidad, Movilidad, Energía, Medio Ambiente e Infraestructuras), Seguridad, Mujer y Comunicación. El Congreso se retransmitirá en directo y en abierto a todo el mundo y el plan es que su financiación corra a cargo de las empresas participantes y patrocinadoras.

EL CESE DE LA VIOLENCIA

La convocatoria al Congreso no se puede demorar, pues es el medio de difusión de la propuesta de unidad humana y también es el medio del alto el fuego necesario para la celebración del evento. La tregua ha de producirse conforme el Congreso gana apoyo, pues su fin es la inclusión que pone fin a la parcialidad o soberanía, con lo que la violencia deja de tener sentido, pues la violencia ineludiblemente reivindica la exclusión o soberanía

El Congreso no puede llevarse a cabo si no hay voluntad inclusiva previa, es decir, si la violencia no ha cesado, pues sería contradictorio con el congreso mundial o universal que hubiera partes destruyéndose mutuamente con lo que su resolución constituiría la mayor urgencia y esta consistiría en fijar los límites de la soberanía de cada parte, precisamente lo opuesto al propósito del Congreso.

EL DERECHO

La condición o circunstancia humana de parcialidad o soberanía en la Historia da lugar al derecho como medio de solución de los conflictos, pero el derecho no puede ser el medio para la paz. Lo último, porque su implementación siempre y solo corresponde al más fuerte, que no quiere decir que sea lo más justo sino lo acorde con sus intereses, y lo peor es que solo añade mal al mal, pues su operativa es el castigo tras el mal consumado.

Pero el derecho no es humano, presupone la inocencia (es idealista) se niega a ver lo que los ojos ven: la mala intención o la estrategia de los actores, es decir, que todos sus movimientos tienden a someter, a poner a merced o a disposición al otro (sobra decir y viceversa) para manipularlo y explotarlo, no ve o juzga sobre la producción y distribución de armas, cuyo objeto es el daño, la destrucción y el homicidio, etc.

Sin embargo, el tiempo del derecho ha pasado porque hoy día podemos ya convivir todos, tomar las decisiones inclusiva y conjuntamente y ya no necesitamos ponemos una venda en los ojos, auto-engañarnos, engañar a los otros, guardar silencio, mentir y mistificar a la juventud cuando la globalización nos permite e invita ya a la unidad, la toma de decisiones conjunta, que implica tanto que el propósito de daño sea absurdo como la transparencia -la responsabilidad mutua y universal.

CATALUÑA

¿Somos, acaso, incapaces de ello? Esa es una pregunta sin sentido para los que convocamos el Congreso. Entretanto el ayuntamiento de Madrid no contesta hemos hecho la propuesta al ayuntamiento de Barcelona y proponemos a los catalanes que cesen en reivindicar soberanía e igualmente al estado español que libere a los presos independentistas manifestando ambos así su apoyo a la unidad humana o toma de decisiones inclusiva y para ello al Congreso de Unidad.

El estado español (la unidad armada) no puede cancelar su soberanía, pues esta es una cuestión o decisión sobre sí mismo como sujeto -hacerlo equivaldría a dejar de ser ese sujeto y por lo tanto ni siquiera sería válida, pero, lo cierto es que los catalanes asumen que la constitución de una soberanía es asunto de la voluntad popular y, por lo tanto, no podrían decir que no están en condiciones de proponer la unidad humana o soberanía humana. Igualmente España, al aceptar el hospedaje del Congreso, da así muestra de su disposición hacia la inclusividad que acabaría con su soberanía, por supuesto es una propuesta a la humanidad que solo se realiza con el acuerdo unánime de todos (en el supuesto de que el congreso fracasase, se demostrase inviable la toma de decisiones inclusiva, los presos volverían a la cárcel y los catalanes podrían seguir reivindicando su independencia…)

CIUDADANIA GLOBAL

Dado que la mayor implantación de HUM está en España, como españoles tenemos un derecho limitado a solicitar la liberación de los presos, pero el Movimiento de Unidad Humana es una ONG y no discrimina la nacionalidad de los que apoyan la unidad humana.
En este sentido, no es que solicitemos al estado español la liberación de los presos, pues los cosmopolitas no estamos sometidos, no somos un pueblo, uno que pide a sus líderes que hagan algo, sino que somos seres humanos libres e iguales que asumimos soberanía personal y decidimos según nuestro propio juicio y lo hacemos público y contamos para ello no ya con la fuerza sino con la razón y el sentido común.

Solo así podemos rechazar, mediar y disolver también la violencia en Asia Occidental (Oriente Medio), adonde queremos desplazarnos lo antes posible una vez fijemos aqui el dato de Congreso, en Iberoamérica, en Hong Kong o allí donde la violencia se esté produciendo, mientras que como pueblo solo nos cabe tomar parte a favor de un bando y en contra de otro.

Y solo si asumimos soberanía personal podremos después actuar desde nuestras posiciones institucionales, políticas, empresariales o personales para lograr la tregua necesaria para la celebración del congreso así como para aceptar y actuar en consecuencia con la soberanía humana.

LA SOBERANÍA HUMANA

En efecto, las personas que apoyamos el Congreso no podemos hacerlo de otra manera que desde la autonomía, asumiendo nuestra propia voluntad de paz o toma de decisiones inclusiva, haciéndonos primero soberanos nosotros mismos en lugar de someternos a una parcialidad que solo rige frente a otra parcialidad bajo el absurdo de que sea cual sea (lo mismo nos alían con Rusia, que con China, que con Turquía, que con Irán, que con Israel, que con la UE, que con US, que con India…..) así son nuestras opciones y a eso se limitan, a quien (que unidad armada o coalición) atacar, a quien reprimir, etc.

Seamos prudentes, sí, pero no tengamos miedo, la tregua podría incluso ser unilateral pero la paz no, la paz solo se produce con el acuerdo y la cooperación de todos, pues todos estamos implicados, por lo que la parcialidad, que fue una necesidad, es ahora un error, el acierto es la humanidad que se esfuerza por constituirse en sujeto.

[show_pintar_pie]