Se baraja insistentemente en estos días el uso de la bomba atómica entre los políticos, periodistas e intelectuales rusos, quienes argumentan que, a semejanza de las de Hiroshima y Nagasaki, pondría fin a la guerra de desgaste presente en beneficio tanto de ucranianos, utilizados por las armas occidentales y actualmente inútilmente masacrados, como de los mismos rusos.

La bomba se utilizaría en alguna ciudad europea, a la que, a diferencia de lo que hizo EEUU, se le daría aviso previo, y se da por hecho que EEUU no entraría en un intercambio nuclear ya que en sus valoraciones pesa incomparablemente menos Poznan que Boston, por ejemplo. Esto no es fake news, ya que leo a diario la prensa rusa, tanto RT (utilizando VPN, como hacía en su día en China para leer noticias occidentales) como Izvestia, y he encontrado esta discusión pública en ambos medios y en diferentes círculos.

Este tópico informativo no está siendo transmitido a la opinión pública occidental por sus políticos y sus medios que son los que tienen derecho a hablar/publicar, ya que son los que tienen conocimiento y gestionan la guerra y se entiende que no sea noticia para compartir con el pueblo, tal como harían los populistas, gente sin conocimientos de la guerra y lo que esta conlleva y requiere, tal como Trump, Berlusconi, Musk y otros semejantes que alcanzan la difusión pública que les facilita su dinero sin haber tenido formación al servicio del estado. Mientras que si pueden emitir opinión los jugadores de futbol o los famosos por tanto su desconocimiento o ignorancia va por delante.

La gente no distingue la figuración de la realidad, que está determinada por las armas o, propiamente, por las unidades armadas que hacen confesar a la gente lo que esta cree, pues las religiones, la nacionalidad, las ideologías son construcciones figurativas complejas y arbitrarias sostenidas por los medios públicos/estatales, de otro modo no subsistirían, y cuyo objetivo es ocultar el (propósito de daño del) arma. Y como dice Cervantes repetidamente “el cielo padece fuerza” es decir, que no se trata de discutir sobre esas figuraciones, porque son vacías, las impone la fuerza y no tienen nada que ver ni con la razón ni con el sentido común. Y sin embargo sobre esas figuraciones hablan los medios y las políticas y en ese mundo figurado vive la gente. Recomiendo la lectura del Quijote, que trata de eso.

En efecto, el propósito de daño, como también dice Kant, no se puede revelar, ya que sería contraproducente o absurdo, pues, como mínimo, pondría en guardia al que se pretende dañar. A no ser que se revele universalmente. El propósito manifiesto del arma de dañar -tanto como se pueda- al otro (ya que el daño no pretende hacérselo uno a mí mismo, mientras que el resto de las cosas que son para el servicio, un vaso, una mesa, un coche y sirven tanto a uno como a otro) por tanto, ese otro no puede cooperar con el arma si no es forzado a hacerlo (o acaso contra un tercero), pues cooperar con el arma es objetivamente perjudicarse a sí mismo, por eso también al pueblo se le priva de todo, y por todo “paga”, confiesa y obedece para vivir.

Sin embargo, a diferencia de las figuraciones, las armas son reales, se atienen a un fin, a un propósito, a una intención objetiva que se manifiesta en su forma aguda, explosiva, etc., y por tanto son comprensibles, inteligibles, racionales por igual para todos los seres humanos y podemos por tanto hablar razonadamente sobre ellas. Y así podemos decir con certeza como humanos que si los humanos nos unimos, si tomamos las decisiones incluyentemente -es decir, de modo que el fin de lo que se propone se hace público- lógicamente, evitaremos, prevendremos y rechazaremos el propósito de daño (al otro), es decir, las armas (y que se arrojen esas bombas atómicas pronto o más tarde, que se masacre gente, etc. etc.), y todos cooperaremos por el bien común, por el resto de los otros objetos, libremente y no forzados, por eso hacemos una convocatoria abierta y transparente en human-unity.org y en la app @HumanUnity de un Congreso de Unidad Humana en 2025, precedido por una Fiesta de la Humanidad en Otoño de 2024, de modo que todos puedan participar también en la preparación del Congreso, pues no hay más contradicción entre nosotros que las armas.

Y es que solo necesitamos hacer la pregunta por la unidad o paz, pública, es decir; universal, pues el propósito de daño solo se puede justificar frente a otro posible propósito de daño del otro, pero si la pregunta por la unidad o la paz tiene carácter universal ya no hay otro, y solo nos cabe manifestarnos en contra del daño al otro en general. Y para lograr que esta pregunta tenga alcance universal necesito y requiero tu ayuda, no para que te desarmes ni te perjudiques en absoluto, ni perjudiques a tu estado ni a nadie.

Porque, en efecto, el desarme parcial no tiene sentido, un desarme unilateral no lleva al desarme, es solo rendición, la universalidad y la simultaneidad son condición del desarme, del mismo modo que un comportamiento humano, imparcial, justo, pacífico, difícilmente es posible y es insostenible si los otros no se comportan de la misma manera, mientras que, por el contrario, en una condición de universalidad ese comportamiento es el natural y el que nos inducimos y exigimos todos unos a otros por nuestro propio interés, el de todos, que es la paz, fuente de todo bien y sin la que no puede haber bien alguno, en lugar de la autodestrucción o destrucción mutua como ahora, que en ese caso sería el resultado de un mal comportamiento, pero no lo es ahora (ni mucho menos si somos todos unos pobres esclavos desgraciados y resignados) ahora es consecuencia de la existencia del arma que no somos capaces de controlar sin la universalidad.

Por eso, esto no es una propuesta de paz, pues la paz la queremos obviamente todos, nuestra propuesta es la universalidad, pues la universalidad es la condición de la paz, condición que ya se puede alcanzar en nuestro tiempo, pero que los estados no pueden proporcionar porque son unidades armadas -necesitan al otro para ser, algo que no nos sucede a los humanos que somos todos bien básicamente iguales. Por eso hemos creado human-unity.org y @HumanUnity

Amiga, amigo, no demores tu ayuda, y esto, es decir, ante todo tu registro en nuestra app o web, en invitar a registrarse a otros y en donar por la paz, por la unidad, pues te niegas el bien a ti mismo cuando hay ya alternativa al sufrimiento y la miseria humana.

 

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