EL BIEN COMÚN

Hacer el mal -es decir, dañar a otros- no nace de la voluntad humana sino de la existencia del arma en la naturaleza a la que los seres humanos tuvieron que adaptarse, tratando de hacerla lo más mortífera posible y organizándose en unidades armadas.

El arma es la causa de la guerra (un objeto para matar y no otra cosa), cuyo objetivo siempre es, como dice Clausewitz, desarmar/destruir las armas del enemigo para ponerlo o mantenerlo a merced (que es el efecto normal del arma sobre los humanos que anticipan la muerte).

Una prueba clara de que el mal es involuntario es que la destrucción mutua es obviamente la peor manera de resolver las diferencias, pero siendo esta una opción se transforma en la única y realmente el arma misma es la causa de la división y la diferencia humana.

Y el alto el fuego, pese a lo beneficioso que es para ambos bandos en contraste con la destrucción mutua, no cabe ser sino solo un momento de rearme, porque otra cosa sería a ofrecer al enemigo lo que precisamente se propone conseguir con la guerra, desarmar al otro.

EL BIEN COMÚN

Ahora, la paz se sigue entonces de la simple coexistencia o unidad humana, de la toma de decisiones incluyente que, consecuentemente, previene y evita el arma, o lo que es lo mismo: genera el bien común, pues el dividendo de la paz/del desarme es indivisible, lo mismo que un arma resulta en todas las armas posibles del mundo.

Por ejemplo, el ahorro de los 2,5 billones que se gastan al año en desarrollo armamentístico son un bien común, pues no pueden ser generados por uno, ni por una parte, ni por la otra, sino por la Humanidad. Y esos 2,5 billones son una nimiedad en el dividendo total de la paz, que es la comunidad humana.

LA PAZ AHORA

Pero, hay que entender que, así como la condición del bien común es la universalidad, esta no ha sido posible hasta nuestro tiempo. Y aunque personas discretas y sabias del pasado han tenido entendimiento del bien común o de la paz como inclusividad, cosmpolitismo, humanidad o universalidad, como su propuesta no podía tener alcance universal, la publicidad de su percepción solo debilitaba a su propio estado, por lo que este no ha consentido y ha ocultado o tergiversado esta comprensión y por eso no tenemos noticia pública de la paz. (El efecto -virtual- del arma, es el tema del Quijote, por ejemplo, y este vínculo espiritual humano lo ve, por ejemplo, Mozi, quien dice que el Amor Universal, que es como se llama su doctrina, es la Voluntad del Cielo, voluntad no en el sentido de ordenanza sino que es en la disposición que nos pone ese vínculo espiritual o virtual que va más allá del hecho, de que, por ejemplo, el arma puntualmente mate pero virtualmente nos afecta todo el tiempo privándonos de libertad y de medios). Y los moístas ven también que el problema principal que ellos encaraban era no saber los límites del mundo o si los tiene….por eso se tenían que conformar en decir que era la Voluntad del Cielo.

Pero obviamente la ignorancia sobre los límites del mundo ya no es el caso hoy, por lo que, dado nuestro alcance universal, podemos y debemos mostrar lo que es la paz a los demás y dejar de contribuir al mal, la agresión, el sufrimiento y la miseria continúen como si no hubiese alternativa como en el pasado. Y la difusión de lo que es la paz: la convivencia, unidad humana o toma de decisiones incluyente, es todo lo que se necesita para lograrla pues, por lo demás, la propuesta es abierta, transparente, sincera, responsable, como no puede ser de otro modo lo que trata el bien común.

DA LA PAZ

Para su práctica, convocamos un Congreso de Unidad o Humanidad en 2025, precedido por un Dia de la Humanidad en 2024 fecha tope en el que las fuerzas armadas del mundo hayan cesado su actividad y desarrollo, de modo que todas las personas puedan participar en la preparación y organización abierta y transparente del Congreso, pues si nos mantenemos al servicio del enfrentamiento y desarrollo opuesto de las armas, el Congreso sería como la ONU, una representación (jerárquica) de las unidades armadas, pero no de la Humanidad.

El Congreso se asegurará de que la toma de decisiones humana sea incluyente, lo que quiere decir básicamente que sea pública, incluso aunque la mayoría sean subsidiarias, es decir, las toman aquellos a los que les conciernen. Y, principalmente, el Congreso asume responsabilidad por la seguridad humana común y sirve de medio en el proceso de desarme o creación del bien común, finalmente de la comunidad humana. También puede inicialmente hacer justicia humana, recompensar a quien más beneficie a los demás y a la Humanidad, pero en ese nuevo entorno de unidad, nos adaptaremos igualmente a él y, debido a la influencia mutua y a nuestra natural inclinación a ponernos en lugar del otro, asumiremos el interés de los otros y de la Humanidad como propio.

ENSEÑA LA PAZ

La paz llega porque nos pone ante una elección muy fácil; el bien o el mal. Basta pensar, comprender y compartir qué es la paz, comprender que la consecuencia de un arma son todas las armas posibles y que el arma nos enfrenta y hace a todos los humanos por igual sus esclavos y que la unidad humana o inclusividad universal genera el bien común, no mediante la imposición, ni es uniformidad, es la liberación mutua y universal del mal, del arma.

¿Quién puede preferir el mal que lo es para todos por igual y, por tanto, también para sí mismo? ¿Quién fabricará entonces un arma o quién permitirá que otro la fabrique o quién permitirá que algunos se organicen en unidades armadas? Y quien entiende la paz, que esta es posible, ¿no se se la enseñará a los otros?

 

PROGRAMME DE PAIX HUMAINE INCLUSIF ET UNIVERSEL

LE MAL N’EST PAS VOLONTAIRE

On parle du mal de la nature humaine, mais le mal est en réalité le travail, à proprement parler, l’esclavage, pour lequel on est payé, pour lequel on a le droit de manger, de vivre, de gagner un salaire à la fin du mois jusqu’au mois suivant.

Le but ultime du travail productif est en réalité d’accroître la privation d’autrui, de lui causer un besoin, si possible de monopoliser quelque chose et de le mettre à notre merci.

Même la promotion charitable d’une religion cherche ainsi à en évincer d’autres, ou avec la promotion des droits de l’homme et de la démocratie, la voie vers des « pays autoritaires » est fermée, etc.

Mais, par-dessus tout, le mal est un travail qui se manifeste dans la grande masse de gens qui se consacrent et s’exercent directement et expressément à tuer, ou d’autres qui conçoivent et produisent avec toutes ou les meilleures ressources disponibles des formes et des moyens pour tuer plus efficacement, ou qui travaillent sur l’étude des possibilités de causer le plus grand dommage possible à l’autre, à la menace duquel il est soumis.

Et, plus encore, une autre grande masse de personnes cache, déguise ce but et désoriente les gens, déformant à travers des représentations et des figurations la réalité des choses, des objets et des actions qui sont naturellement et clairement comprises par leur but ou leur objet.

Même le revers de la médaille est celui de ceux qui mènent des politiques opposées, par exemple en faveur du désarmement, des pacifistes, des anarchistes ou de ceux qui sont contre les armes nucléaires, dont les propositions d’actions unilatérales et folles ne sont qu’à leur propre détriment et objectif désavantage face à l’autre implacable, mais ceux-ci servent aussi à démontrer qu’il n’y a pas d’alternative et qu’ils peuvent donc aussi accéder à un paiement, bien que beaucoup plus limité, ou même les fonds disponibles pourraient avoir leur origine dans l’autre partie. …

L’ARME

Cependant, la vérité, qui est humaine, peut déjà être dite aujourd’hui, exposée comme suit: la présence d’un objet d’homicide, l’arme, fait que chacun a nécessairement besoin et veut le posséder et, en outre, le privatiser, et peut-être penser qu’il ne l’utilisera que si nécessaire ou lorsque cela est nécessaire, mais l’autre veut aussi cette option pour lui-même et obtiendra, s’il le peut, une arme plus puissante ou capable de faire plus de dégâts, et les deux groupes s’organisent en unités armées et nous essaierons de les consolider de manière plus grande, en cherchant à obtenir plus d’avantages et mettrons à leur disposition et à leur service autant de ressources humaines et matérielles que possible par une exploitation brutale, à tel point que, si l’on n’est pas en mesure de consolider un groupe suffisamment unité armée puissante, elle sera absorbée et/ou soumise par la première, et ainsi de suite jusqu’au monde dans lequel nous vivons, dans lequel nous travaillons tous pour le mal en cherchant à accroître cet avantage ou, pour ainsi dire, à nous défendre de celui du mal de l’autre.

Et nous devons nous rappeler, au cas où il y aurait le moindre doute, que l’arme n’est pas n’importe quoi, car, même si l’on peut tuer avec une chaise ou un couteau de cuisine, ceux-ci n’« alarment », ils ne nous obligent pas à réagir comme les armes dont ils disposent et qui manifestent explicitement dans leur forme, leur utilisation et leur signification leur objectif homicide, et l’arme n’est pas abstraite comme elle le paraît parfois ; Il a également besoin que l’ennemi spécifique se donne le maximum de sens, dans sa conception, son emplacement et dans tout le reste, comme guide pour cette recherche du maximum de dégâts concrets possibles.

Et la cause de la guerre, la destruction mutuelle, est le but ou la tentative pour que cette capacité de dommage se matérialise, et c’est ce que nous voyons avec l’attaque de la Russie contre l’Ukraine en vue de son intégration dans l’OTAN ou dans le cas de la Chine, qui n’a pas encore cela a causé un préjudice spécifique aux États-Unis, mais leur croissance économique, en particulier militaire, menace l’hégémonie américaine, et ainsi de suite.

Or, dans tout cela, y avait-il du mal humain ? Non, tout s’est passé et se passe de manière logique et rationnelle. Et telle est la réalité, peu importe combien chacun pense autrement, ou cache en public, justement derrière une vision et même un sentiment humain avec de bonnes paroles et de bons gestes, ce mal objectif et froid, qui s’impose inexorablement et tragiquement à tous nous également. Alors, une fois que nous avons vu et sous nos yeux la réalité authentique et la vérité, dont la manifestation est la condition de guerre dans laquelle nous vivons, comment est-elle résolue ?

LA PAIX

La paix, comme l’ont clairement vu les sages du monde, est la coexistence, l’unité humaine, une prise de décision inclusive dont la conséquence est de prévenir et d’éviter la tromperie, le préjudice mutuel – la guerre – et le but du mal – l’arme, qui est la cause de la guerre, et nous motive et nous guide pour le bien commun.

Mais nous ne pouvons pas penser ou parler de l’inclusivité sans mettre d’abord le mal, l’arme, sous le contrôle humain, puisque la condition et la racine de l’exclusion sont l’arme, comme le prouve le fait que, tout comme l’inclusivité est une prise de décision ouverte, publique et transparente, l’intention de nuire ne peut être rendue publique et doit être cachée ou déguisée, ce qui entraîne la confusion du monde attaché à la guerre.

L’inclusivité, qui est nécessairement humaine universelle et c’est pourquoi elle était impossible dans le passé, s’obtient en mettant toutes les unités armées sous un même commandement, ce qui les rend immédiatement redondantes et stoppe leur développement qui est cause de guerre. C’est donc notre but et notre objectif le plus immédiat, puisque tout le reste en dépend, et pour cela il est nécessaire qu’une personne assume cette tâche, c’est pourquoi moi, Manuel Herranz Martin, président et promoteur de HUM, je me propose et je proposer volontaire et exiger que toutes les unités armées le reconnaissent à la condition de la reconnaissance de toutes les autres.

Un seul contrôle des armes ne fait rien : comment pourrait-il être imposé, forcé ou exercer une violence contre lui-même ? Les armes ne sont justifiées que les unes par les autres, le but de nuire n’est justifié et ne peut être justifié que par le but de nuire à autrui, de sorte que le service de l’arme devient inutile et ses ressources humaines et matérielles peuvent être consacrées au service humain et non à ses dégâts, pour que ce commandement ne s’exerce pas sur le peuple qui est alors libre et que cesse l’esclavage et la soumission hiérarchique à l’arme, et que le travail, les objets et les actions ne soient plus destinés à servir l’arme mais l’Humanité, alors, à l’exception de l’arme, tout doit nous servir et, par conséquent, l’activité humaine peut déjà se fonder sur la publicité, la transparence et la rationalité en tenant compte de la situation concrète.

Ma candidature et ma campagne commencent avec la publication de ce document et visent à obtenir une reconnaissance complète à l’automne 2024, au cours de laquelle nous proposons de célébrer la Journée de l’humanité, jour où le Congrès de l’humanité est universellement convoqué pendant un an plus tard, afin que durant cette année-là, chacun peut participer à son organisation et à sa préparation. La tâche du Congrès est de garantir que toutes les décisions humaines, bien que subsidiaires, soient inclusives et assumeront la responsabilité de la sécurité humaine commune, qui est avant tout le désarmement, ainsi que l’établissement conséquent de la communauté humaine.

FEUILLE DE ROUTE

Comme indiqué ci-dessus, avec l’unité humaine, notre travail et nos actions sont le résultat de la compréhension rationnelle, publique et transparente de notre situation et de notre considération et discussion ouverte à son sujet, de sorte que les droits et conditions actuels sont garantis par l’humanité qui assume la souveraineté et évite et empêche toutes les violences telles que le vol ou tout autre dommage, ainsi les États deviennent subordonnés à l’Humanité et la représentent, en gardant le contrôle de la police et de sa gestion interne tout en procédant à la pacification ou à l’unification puis au désarmement qui consolide l’unité humaine. Et, en attendant, et jusqu’à la direction du Congrès, en cas de conflit entre pays en dernier recours ou si les parties ne parviennent pas à un accord, Manuel Herranz Martin, assume la tâche de médiation et, si nécessaire, d’arbitrage comme moyen d’éviter la confrontation et le préjudice mutuel.

Le Mouvement de l’Unité Humaine a pour tâche de diffuser l’appel à la paix humaine, qui est l’unité, avant tout des unités armées et dans les processus de cessez-le-feu, qui est notre meilleur service à l’humanité, partout où ils nous permettent de leur parler. Depuis que nous avons démarré ce projet, une fois notre application @HumanUnity prête fin juin, nous avançons bien en Afrique, notamment en RD Congo avec des dizaines d’associations qui soutiennent formellement et légalement notre projet, et là-bas le 21 septembre et Le 5 octobre, nous avons participé aux deux premiers accords de cessez-le-feu avec deux groupes rebelles dans la région des Grands Lacs, avec la coopération également du PDDCRS, l’agence gouvernementale de désarmement avec laquelle nous coopérons et nous pensons que d’autres groupes rebelles en RDC sont disposés à le faire le cessez-le-feu en considération et en soutien à l’unité humaine, et nous l’attendons également des autres groupes armés dans d’autres pays d’Afrique centrale, d’où nous envisageons de l’étendre à toute l’Afrique et au monde entier. Bien sûr, nous voulons contribuer le plus rapidement possible à faciliter le cessez-le-feu partout où nous le pouvons immédiatement et nous voulons le faire au Moyen-Orient, en Ukraine ou partout où nous sommes requis ou acceptés.

Et pour décembre de cette année, nous préparons déjà à Goma et Bukavu, les deux grandes villes autour du lac Kivu, une Journée ou Fête de l’Humanité, qui sera un test et un modèle pour l’événement de septembre 2024.

MOTIVATION ET INCITATION

Afin d’encourager la réalisation de notre objectif de paix et d’accepter les conditions ou règles du jeu actuelles, nous proposons ce qui suit: que les 2,5 milliards de dollars qui seraient dépensés en armes en un an soient utilisés pour récompenser ceux qui contribuent à réaliser la paix. paix, unité humaine.

Je vous invite et vous encourage à faire la paix et à vous inscrire et à faire un don maintenant et à attendre, à souhaiter avec impatience et à contribuer avec effort pour obtenir cette récompense, car avec cette disposition nous initions et manifestons la justice humaine, par laquelle celui qui profite à l’humanité sera récompensé et celui qui lui nuit, dissuade, et dont l’exécution sera une manifestation de la paix elle-même, donc l’humanité aura à la fois le pouvoir et les moyens de l’exécuter, puisque, tout en assumant la souveraineté, elle émet aussi les moyens de changement et de développement. Cependant, nous savons et espérons également qu’avec le temps et l’influence mutuelle, aucune incitation ne sera nécessaire, puisque notre tendance naturelle sera de traiter les autres comme nous voulons être traités et d’assumer le bien de l’humanité comme étant le nôtre.

De même, la validité de cette récompense découle de sa publicité et de sa transparence ouverte au jugement de tous, de même que toutes les décisions seront dans l’unité et la paix et non le produit d’une force quelconque, puisque la force ne s’oppose qu’à une autre force, et l’inclusivité elle est le contraire de la force, cette proposition ne peut donc être rejetée ou amendée qu’avec un meilleur argument.

L’inclusivité est désormais d’abord le opposite de la force, puis elle est le contraire de la force ; c’est le désarmement, c’est la communauté.

CAMPAÑA DE PACIFICACIÓN

¡ALTO EL FUEGO YA!

¡PAZ AHORA!

  • El mal no es voluntario
  • Es el servicio al arma, y unas trabajan contra otras
  • Pero, si las ponemos todas bajo un mismo mando resultan redundantes (el mando no hace nada)
  • Y nuestra toma de decisiones será incluyente, transparente y solo para el bien común,

APOYA A

MANUEL HERRANZ MARTIN

COMO JEFE DE TODAS LAS UNIDADES ARMADAS DEL MUNDO

 

Dona en https://human-unity.org/donation/

O envía un BIZUM al 656339490

 

CONSERVA EL RESGUARDO DE TU TRANSFERENCIA PARA CONSEGUIR UNA RECOMPENSA DE $500.000 MILLONES A REPARTIR POR IGUAL ENTRE TODOS LOS QUE HAYAN DONADO, CANTIDAD EXTRAIDA DE PARTE DEL AHORRO EN ARMAMENTO EN UN AÑO DE 2,5 BILLONES. (Condiciones en www.human-unity.org)

PROGRAMA DE PAZ HUMANA INCLUSIVA Y UNIVERSAL

EL MAL NO ES VOLUNTARIO

Se habla de la maldad de la naturaleza humana, pero realmente el mal es un trabajo, propiamente esclavitud, por el que se nos paga, por el que se nos permite comer, vivir, ganar un sueldo a fin de mes hasta el siguiente mes.

El fin último del trabajo productivo es realmente aumentar la privación de los otros, causarles necesidad, a ser posible monopolizar algo y ponerlos a nuestra merced.

Incluso la promoción con caridad de una religión busca desplazar así a las otras, o con la promoción de los derechos humanos y la democracia se cierra el paso a los «países autoritarios», etc.

Pero, sobre todo, que el mal es el trabajo se manifiesta en la gran masa de gente dedicada y ejercitándose directa y expresamente a matar, u otros a diseñar y producir con todos o los mejores recursos disponibles formas y maneras de matar más eficazmente, o trabajando en el estudio de las posibilidades de como causar el mayor daño posible al otro, con cuya amenaza se le somete.

Y, aún más, otra gran masa de gente ocultando, disfrazando ese propósito y desorientando a la gente, distorsionando mediante representaciones y figuraciones la realidad de las cosas, objetos y acciones que se entienden natural y claramente por el fin u objeto de estos.

Incluso, la otra cara de la moneda es la de aquellos que hacen políticas opuestas, por ejemplo, a favor del desarme, los pacifistas, los anarquistas, o los que están contra las armas nucleares, cuyas propuestas de acción unilateral no pueden sino resultar en perjuicio y en desventaja objetiva propia frente al implacable otro, pero estos sirven también para demostrar que no hay alternativa y pueden acceder por ello también a algún pago, si bien mucho más limitado, o incluso con origen en la otra parte…

EL ARMA

Sin embargo, la verdad, que es humana, puede ser ya hoy dicha, expuesta, como sigue: la presencia de un objeto para el homicidio, el arma, hace que cualquiera necesariamente necesite y quiera poseerlo y, más, privatizarlo, y quizás piensa que lo utilizará solo si hace falta o cuando haga falta, pero el otro también quiere esa opción para sí mismo y hará si puede un arma más potente o que pueda hacer más daño, y unos y otros se organizan como unidades armadas e intentarán consolidarlas más grandes, buscando obtener más ventaja y pondrán tantos más recursos, humanos y materiales como sea posible mediante dura explotación a su disposición y servicio, tanto que, si uno no es capaz de consolidar una unidad armada suficientemente potente será absorbida y/o sometida por la primera, y así sucesivamente hasta el mundo en el que vivimos, en el que todos trabajamos para el mal buscando aumentar esa ventaja o, llámalo bien también, defenderse de la del otro.

Y hay que recordar, por si acaso hay duda, que el arma no es cualquier cosa, pues, aunque se puede matar con una silla o con un cuchillo de cocina estos no ‘alarman’, no nos fuerzan a reaccionar como las armas que tienen y manifiestan explícitamente en su forma, uso y significado su propósito homicida, y el arma tampoco es abstracta como a veces aparece; necesita al enemigo concreto también, para darse a si misma el máximo sentido, en su diseño, localización, y en todo demás como guía para esa búsqueda del máximo daño posible concreto.

Y la causa de la guerra, la destrucción mutua, es el propósito o intento de que esa capacidad de daño se materialice, y así lo vemos con el ataque de Rusia a Ucrania a la vista de su integración en la OTAN o en el caso de China, que no ha hecho ningún mal especifico a EEUU, pero su crecimiento económico, propiamente militar, amenaza la hegemonía de EEUU, y así sucesivamente.

Ahora, en todo esto ¿Hubo maldad humana alguna? No, todo sucedió y sucede lógica y racionalmente. Y esa es la realidad, por más que cada uno piense otra cosa, o en público oculte, precisamente tras una visión y hasta un sentimiento humano con buenas palabras y gestos, esa maldad objetiva, fría, que se nos impone inexorable y trágicamente a todos por igual. Así que, una vez vista y ante nuestros ojos ya la auténtica realidad y la verdad, cuya manifestación es la condición de guerra en la que vivimos ¿Cómo se soluciona?

LA PAZ

La paz, como ha sido visto claramente por los sabios del mundo, es la convivencia, la unidad humana, la toma de decisiones incluyente cuya consecuencia es prevenir y evitar el engaño, el daño mutuo -la guerra- y el propósito de daño -el arma, que es la causa de la guerra, y nos mueve y motiva al bien común.

Pero no podemos pensar ni hablar de inclusividad sin poner el mal, el arma, bajo control humano primero, pues la condición y raíz de la exclusión es el arma, como lo prueba el hecho de que, así como la inclusividad es la toma de decisiones abierta, pública y transparente, el propósito de daño no puede hacerse público y ha de ser ocultado o disfrazado, de lo que nos resulta en la confusión del mundo que va aneja a la guerra.

La inclusividad, que es necesariamente universal humana y por eso era imposible en el pasado, se logra al poner a todas las unidades armadas bajo un mismo mando, lo que de inmediato las hace redundantes y detiene su desarrollo que es la causa de la guerra. Por tanto, ese es nuestro propósito y objetivo más inmediato, pues de el depende todo lo demás, y para ello es preciso que una persona asuma esa tarea, por lo que yo, Manuel Herranz Martin, presidente y promotor de HUM, me ofrezco y propongo voluntario y requiero a todas las unidades armadas su reconocimiento con la condición del reconocimiento de todas las demás.

Un mando único sobre las armas no hace nada, ¿Cómo podría imponerse, forzarse o ejercer violencia contra si mismo? Las armas solo se justifican unas por otras, el propósito de daño solo se justifica y puede justificarse por el propósito de daño del otro, por lo que servicio al arma se hace innecesario y sus recursos humanos y materiales pueden dedicarse al servicio humano y no a su daño, de modo que este mando no lo es sobre las personas que quedan así entonces libres y se acaba la esclavitud y sumisión jerárquica al arma, y el trabajo, los objetos y las acciones no tienen ya por fin servir al arma sino a la Humanidad, pues, salvo el arma, todas las cosas son para servirnos y, por ello, la actividad humana puede estar ya entonces basada en la publicidad, transparencia y en la racionalidad en consideración de la situación concreta.

Mi candidatura y campaña comienza con la publicación de este documento y tiene por objetivo lograr ese reconocimiento completo en otoño de 2024 en el que proponemos se celebre el Dia de la Humanidad, jornada en la que se convoca universalmente el Congreso de la Humanidad para un año más tarde, de modo que durante ese año todos y cada uno puedan participar en su organización y preparación. La tarea Congreso es asegurar que todas las decisiones humanas, aunque subsidiarias, sean incluyentes y se responsabilizará de la seguridad humana común, que principalmente es el desarme, así como el consecuente establecimiento de la comunidad humana.

HOJA DE RUTA

Tal como queda arriba dicho, con la unidad humana nuestro trabajo y acciones son el resultado del entendimiento racional, público y transparente de nuestra situación y nuestra consideración y discusión abierta de la misma, por lo que los derechos y condiciones actuales quedan garantizados por la Humanidad que asume la soberanía y evita y previene toda violencia como lo sería el robo o cualquier otro daño, así que los estados pasan a estar subordinados a la Humanidad y la representan, manteniendo el control de la policía y su gestión interna en tanto que se lleva a cabo la pacificación o unificación y luego el desarme que consolida la unidad humana. Y, entre tanto, y hasta la gestión del Congreso, en caso de conflicto entre países en último término o recurso si las partes no lograran acuerdo, Manuel Herranz Martin, asume la tarea de mediación y, si fuera necesario, arbitraje, como modo de evitar la confrontación y el daño mutuo.

El Movimiento de Unidad Humana tiene la tarea de difundir la llamada a la paz humana, que es la unidad, primero y ante todo de las unidades armadas y en los procesos de alto el fuego, que es nuestro mejor servicio a la Humanidad, allí donde nos permiten que les dirijamos la palabra. Desde que hemos comenzado este proyecto, una vez que nuestra app @HumanUnity estuvo lista a finales de junio estamos avanzando bien en África, particularmente en RD Congo con decenas de asociaciones que apoyan nuestro proyecto formal y legalmente, y allí el día 21 de septiembre y el 5 de octubre participamos en los dos primeros acuerdos de alto el fuego con dos grupos rebeldes en la zona de los Grandes Lagos, con la cooperación también de la PDDCRS, la agencia del gobierno para el desarme con la que cooperamos y creemos que otros grupos rebeldes en RDC están dispuestos a hacer el alto el fuego en consideración y apoyo a la unidad humana, y lo esperamos también de otros grupos armados en otros países del África Central, desde donde planeamos extendernos a toda África y a todo el mundo. Por supuesto, deseamos ayudar lo antes posible a facilitar el alto el fuego allí donde podamos de inmediato y así lo deseamos en Oriente Medio, en Ucrania o en dónde se nos requiera o acepte.

Y para diciembre de este año estamos preparando ya en Goma y en Bukavu, las dos grandes ciudades alrededor del lago Kivu, un Día o Fiesta de la Humanidad, que será prueba y modelo para el evento de septiembre de 2024.

MOTIVACIÓN E INCENTIVO

Con el fin de incentivar el logro de nuestro objetivo de paz y aceptando las condiciones o reglas de juego actuales, proponemos lo siguiente que los 2.5 billones de dólares que se gastan en armamento en un año se utilicen en recompensar a aquellos que contribuyan a la unidad, a la paz humana.

Te invito y animo a hacer la paz y que apoyes a HUM y dones ahora y difundas, compartas y animes a otros a hacerlo con todas tus fuerzas, y por ello conviene que desees y anheles la recompensa con impaciencia y te anime a contribuir con tu esfuerzo a obtener esa recompensa y a proponérsela a otros, pues con esta disposición iniciamos y manifestamos la justicia humana, por la que quien beneficia a la Humanidad será recompensado y quien la daña, disuadido, y cuya ejecución será manifestación de la paz misma, por tanto la Humanidad tendrá tanto la potestad como los medios para ejecutarla, pues, tal como asume soberanía, también emite el medio de cambio y desarrollo. Si bien, también sabemos y esperamos que con el tiempo y la influencia mutua no será necesario incentivo alguno, pues nuestra tendencia natural será tratar a los otros como queremos ser tratados y asumir el bien de la Humanidad como propio.

Igualmente, la validez de esta recompensa surge de su publicidad y transparencia abierta al juicio de todos, tal como serán todas las decisiones en unidad y en paz y no producto de fuerza alguna, pues la fuerza se opone solo a otra fuerza, y la inclusividad es lo opuesto a la fuerza por lo que esta propuesta solo podría ser rechazada o enmendada con un mejor argumento.

La inclusividad es ahora primero lo opuesto a la fuerza, después es lo contrario a la fuerza; es el desarme, es la comunidad.

DÍA INTERNACIONAL DE LA PAZ

(Comparto abajo entrevista con Onda Cero)

La paz de HUM, porque la paz de la que se habla por ahí y en la ONU ¿a qué han ido allí? ¿a rezar por la paz?

No, a seguir haciendo la guerra.

La paz de la que hablan refiere al alto el fuego, el cese de la matanza y la destrucción, para dedicar toda la fuerza al rearme, que es precisamente la causa de la guerra, pues las armas significan sumisión o muerte. Esa es la causa de la guerra de Ucrania, que, incrustada en Rusia, se integraba en el bloque militar liderado por EEUU, esa es la causa de la contención de EEUU a China, que no le ha hecho nada, más que rearmarse tal cual se lo permite su crecimiento.

Esa paz como alto el fuego es la del pasado, hoy los humanos podemos convivir, tomar las decisiones juntos, inclusivamente y, en consecuencia, por el bien común en lugar de al servicio del arma. Por eso la PAZ es el Congreso de Unidad que convocamos para 2025, para el que necesitamos el apoyo de todas las personas. Y si conocéis a alguna persona digna de participar por su humanidad o su conocimiento, contactad con nosotros.

Entrevista en Onda Cero:

 

LA BANDERA DE LA PAZ

ALZO LA BANDERA BLANCA

Quizás algunos se repriman de leer esto sin saber que indignidad cometerían, lo primero porque gracias a ella estamos ya logrando el alto el fuego en África y lo haremos en todo el mundo y lo segundo por lo que manifiesta, ¿Qué sentido tiene el alto el fuego bajo una bandera de colores que representa a un arma, es decir; sumisión o muerte?

Alzamos la bandera blanca en petición de alto el fuego convocando la unidad humana, la paz, que se implemente en un Congreso de la Humanidad en 2025 que asuma responsabilidad por la seguridad humana común y asegure que las decisiones sean inclusivas, es decir, que no tengan por propósito el daño, que no sirvan a las armas, por eso la bandera blanca es la bandera de la paz, de la Humanidad unida.

Si en el pasado, la bandera blanca equivalía a rendición, ¿Cómo podría ser hoy así cuando la ondeamos conjuntamente las personas de diferentes unidades y bloques armados?

  • Se consideraba la bandera de rendición porque, como dice Cervantes, las Letras, lo que se publica (ya sean las figuraciones del pasado o las actuales así como la prensa actual) están al servicio del arma, directamente financiadas o censuradas por ella, y su servicio más básico es ocultarla, pues el arma es el mal, el propósito de máximo daño posible, por eso, las Letras no pueden poner en cuestión al arma, de la que dependen, y sin cuestionar su existencia solo queda someter o ser sometido -según quien tiene la capacidad de destruir al otro. Por eso, amigo, la bandera blanca es tu bandera y tu esperanza.

 

  • Y, de la misma manera, tal como siguen haciendo las Letras (los medios) se identifica todo cese de ataque, como rendición y, en efecto, así Occidente una vez que no ha tenido éxito éxito en colapsar la economía rusa con las sanciones, propiamente la única carta que hubiera podido darle la victoria ante la mayor potencia nuclear, y una vez que Ucrania se está quedado sin hombres en edad de ir al frente tras el (probable) fracaso de su contraofensiva, parece que la guerra ahora pasará al uso de misiles de más largo alcance (en su totalidad de suministro occidental) como modo de sostenerla, lo que supondrá un paso más en la escalada y posiblemente una nueva ofensiva terrestre de Rusia. Por eso, amigo, la bandera blanca es tu bandera y tu esperanza.

 

  • Y es que lo que se llama paz que no sea eliminar el arma, bajo sus banderas de colores, es solo un alto el fuego, pues «es lo mesmo las armas que la guerra». Alto el fuego al que sigue el máximo esfuerzo por rearmarse e impedir que lo haga el otro, de modo que las guerras son generalmente preventivas; tienen generalmente el propósito de impedir que el rearme del otro resulte demasiado peligroso; esa fue la causa de la guerra del Peloponeso o la que podría venir entre EEUU y China, debido al crecimiento económico de China. Por eso, amigo, la bandera blanca es tu bandera y tu esperanza.

 

  • La ocupación y esfuerzo supremo del ser humano en todo tiempo y lugar es servir y desarrollar el arma, pero el propósito de daño no se puede declarar, hacer público y nos lo ocultan las Letras, por eso tenemos que pensar desempolvando y poniendo en uso la inteligencia para comprender que del mismo modo que hoy nos parece que las armas estaban causalmente ahí cuando comienzan las guerras, hoy sabemos del pasado que los vehículos, los barcos, los aviones, el teléfono, la fisión nuclear, internet y todos los inventos que se nos ocurran han buscado y tenido siempre y primero un propósito y uso militar, que con el tiempo ha pasado al uso civil, y eso es lo que igualmente sucede ahora aunque no nos lo cuenten. También vemos la disposición de las ciudades, con el castillo arriba y las casuchas abajo, o el sentido estratégico de las rutas y los enclaves, aunque tampoco lo percibamos superficialmente, y finalmente es imposible que nuestros ojos no vean que el arma es la mayor disposición y concentración masiva permanente de recursos humanos y materiales siempre en estado de alerta y entrenamiento aun sin expectativa evidente de confrontación en el horizonte. Por eso la bandera blanca es tu bandera y tu esperanza.

 

La bandera blanca no equivale a rendición ¿Cómo podríamos proponer con ella la unidad humana si nos rendimos que es tanto como perder la capacidad de proponer? Y de la misma manera un desarme unilateral no resulta en que dejemos de ser esclavos del arma, sino que esa esclavitud es entonces al servicio de otra; el desarme solo puede lograrse si es acordado, conjunto, universal y simultáneo, por eso es posible hoy, y por eso convocamos la unidad humana, el Congreso de unidad por el que reclamamos el poder para la Humanidad y para dejar de ser esclavos del arma mediante el desarme. que es la liberación de todos.

No hay problema entre los humanos ¿O acaso alguien piensa que en el caso de que reiniciemos nuestra relación hay alguna persona que pueda juzgar como aceptable dañar (o amenazar con daño) a otro, cosa que precisamente nos lleva ahora ineludiblemente a la autodestrucción? Es un mal que viene de nuestro aislamiento anterior, pero, como ya vio el agudo Cervantes, la bandera blanca estaba siempre ahí diciéndonos, adelantándonos la paz, es decir, una paz sin armas.

(Invito al amable lector a buscar y comprender el sentido de la bandera blanca en el encuentro entre los dos amantes del Quijote, el cautivo cristiano y la mora Zoraida, en la Primera Parte y en el episodio de los leones encerrados en el carro de las banderas de la Segunda)

 

LA REUNIÓN DE LAS G20

He mantenido estos días alguna conversación con personas cultas, eruditas e inteligentes y cuando les hablo de las armas, se despeñan en un abismo oscuro, insondable que me demuestra su confusión e incluso infantilismo, de modo que les dedico con cariño este post

LA REUNIÓN DE LAS G20

Estamos viendo continuas reuniones de los líderes mundiales, la última los de las G20. Biden continua el viaje a Vietnam para buscar aliarle contra China y Kim a Vladivostok; el propósito ineludible y real de los líderes de las unidades armadas reunidos en India es someter a los otros mediante su capacidad de destruirlos, pero, lógicamente, no van a reunirse para hablar de eso, a compartir allí su trabajo y motivación real. Eso lo harán privadamente y acaso en otros foros más reducidos, en Dehli hablan de otras cosas, aunque ciertamente todos saben de la retórica.

Para las unidades armadas, la paz es el alto el fuego, es decir, un breve estado y tiempo en el cesa la matanza y la destrucción que se dedica a rearmarse y a intentar impedir que lo haga el otro y a debilitarle tanto como pueden -y la guerra es luego básicamente siempre la prevención de ese rearme.

Se llama paz a ese estado porque esta se incorpora junto al dominio de una de estas armas, que niega así su amenaza y propósito de máximo daño posible al otro, lo que disimula con palabrería que hace confesar y que muchos se además se creen.

De modo que hablan de justicia, derechos humanos, de cambio climático, de desarrollo, etc., pero es el arma más destructiva la que imparte justicia, derechos (humanos o de otro tipo), fondos o financiación (la impresión de IOUs) para el desarrollo y todo lo demás, siempre además necesariamente dirigido a su rearme y al debilitamiento del otro, por ello las potencias nucleares son los líderes del mundo; las que imparten esa seguridad y justicia.

En cuanto a la seguridad, el documento que han producido estas 20 unidades armadas principales refiere a que nadie debe invadir a otros países (como dice la ONU), sin embargo, esas 20 unidades armadas son los principales productores de armas y como las otras unidades armadas más pequeñas son dependientes de esa producción, hablar de la independencia de los países es tontería, pues esas unidades armadas pequeñas dependen del suministro de las productoras para existir. Pero lo peor es que habitualmente las potencias rivales suministran armas a las facciones que sirven a sus intereses tal como es el caso de Siria o en Ucrania ahora, o en la práctica totalidad de los países africanos. Peor aún, las 20 grandes ni siquiera necesitan invadir a nadie, pues van a comprarles armas directamente y a hacerse dependientes de ellas y si esas armas grandes tienen algún interés en esos territorios simplemente suministran armas a la facción rebelde que les interese, o si no, ellos mismos crean esa facción gastando muy poco dinero dada la necesidad de la gente en esos países.

Pero si en lugar de al servicio de las armas, las miramos como personas sin acatar la estupidez, la brutalidad y la inhumanidad que estas nos imponen (para seguir ejercitando la guerra, de la que somos la carne de cañón), obtenemos plena claridad y certeza de que la paz es la inclusividad universal, la convivencia natural con los otros, a los que informamos y compartimos nuestros propósitos y cooperamos para el bien común, pues obviamente la toma de decisiones incluyente previene y evita el propósito de daño (las armas, el mal) y solo trata del bien común.

Por eso convocamos un Congreso de Unidad Humana en 2025 que asuma responsabilidad por la seguridad humana común, propiamente el desarme, y se asegure que todas las decisiones sean incluyentes. Por defecto, eres carne de cañón de un arma y así enemigo de la Humanidad, pero ahora puedes ser amigo de la Humanidad apoyando el Congreso. Elige esto último, claro.

PAZ YA

¿Por qué hay guerra? Todas las personas, tanto los líderes como las personas anónimas, con independencia de nacionalidad nos entendemos, tal como vemos en las redes sociales, incluso podemos pasarlo bien o mejor con personas de diferente nacionalidad o también discutir, pero difícilmente llegaríamos a matarnos y, sin embargo, la guerra, el genocidio o matanza indiscriminada de gente anónima es la historia humana y así sigue.

Tanto los líderes o los ricos como todos los demás, aunque pensamos y decimos que tenemos derechos y propiedades, que nos son necesarias para vivir, no son realmente nuestros sino del estado (o unidad armada) al que pertenecemos, pues sin su aportación violenta no podríamos privar/desposeer a todos los otros que es lo que significa la propiedad privada.

Pero realmente solo el medio de matar necesita ser privado y no puede ser compartido, pues solo podemos querer matar al otro. Y, más allá de eso, ese medio, el arma -que estaba en la naturaleza y que entre los humanos es la unidad armada, es el que hace que todo lo demás sea también privado y cede sus medios a los individuos a cambio del servicio exclusivo a su ineludible e incesante desarrollo contra las otras armas. Solo así nos deja vivir, pues si apoyásemos al enemigo, nuestro estado nos haría callar, nos expropiaría o nos mataría y, al contrario, nos cede más medios o recompensa cuanto más contribuimos a derrotar/destruir al enemigo.

Pero hoy día lo que era imposible en el pasado es posible, pues podemos hacer la paz sin depender ya de los medios del estado mediante las redes sociales, ni al declararnos humanos ayudamos al enemigo como antes, pues nuestra declaración es hoy universal para lo que basta con proponernos la unidad mediante la web. Y quien apoya la unidad humana es así parte de todas las partes y asume responsabilidad y compromiso de no matar o dañar a otros, por lo que requiere el alto el fuego a las partes en conflicto armado precisamente para que estas faciliten con su acción y con la publicidad de la misma, que la unidad humana o paz verdadera se cuestione y se confirme universalmente para entonces llevarse a cabo.

Mediante un Congreso de Unidad Humana en 2025 abierto y transparente, que asume responsabilidad por la seguridad común humana, y mediante la publicidad universal de sus decisiones evita el propósito de daño como la mentira y el engaño y nos lleva a cooperar solo por el bien común. Y también imparte justicia recompensando a los que beneficiamos a la Humanidad con nuestra contribución a la paz, tal como puedes ver aquí

https://lnkd.in/dMNuzHqk (apoyo unidad humana)
https://lnkd.in/d5Dbec3G (apoyo alto el fuego)

PD. La historia nos ofrece las pruebas de lo que escribo arriba:

Tras la paz de Westfalia, que cerró la época cosmopolita en Europa, disfrazada de religión y así al servicio del estado, poseedor exclusivo de la verdad, tenemos nuevas ideologías al servicio del estado democrático, donde se da debate público, el liberalismo y el comunismo. El comunismo fracasó cuando la Unión Soviética, que ayudaba a Mao en todo, enviando todo tipo de ayuda, tecnología y millares de ingenieros, se negó, sin embargo, a pasarle la tecnología de la bomba atómica, y China se alió con EEUU.

Yeltsin y Gorbachov se apuntaron también al liberalismo, como un poder mínimo del estado a cargo de garantizar los acuerdos públicos, pero a EEUU solo le interesaba debilitar a Rusia militarmente y no otra cosa, tal como expone a menudo Jeffrey Sachs, que fue testigo directo y presencial de los acontecimientos. La falacia del liberalismo se expone cuando sus líderes se hacen proteccionistas para que China no obtenga tecnología militar. Incluso si China está dispuesta a pagar los impuestos a EEUU como protector de los mares y policía mundial.

Finalmente un comentario, la guerra en Ucrania no es algo voluntario, «es lo mesmo las armas que la guerra» la guerra está siempre en desarrollo, su carácter sangriento actual resulta de que Rusia tiene ahora un socio oriental, o dos con India, que sostienen su economía, cosa que no hubiera sucedido si hubiera intentado defender a sus aliados los serbios, por ejemplo del terrible bombardeo de Belgrado por parte de la OTAN, cuando era totalmente dependiente económicamente de Europa.

Aquí se nos manifiesta la dificultad, por ejemplo, la gente de Ucrania se niega a hablar conmigo pues solo tienen una orden y un objetivo todos, recuperar lo perdido, ¿Cómo hablar de alto el fuego allí?, pero lo mismo que vemos la dificultad vemos también el camino, que ya es una senda que andamos en Africa.

Si no estás a favor del genocidio, lee este mensaje

Hoy día tenemos ya alternativa a la guerra, la paz, la cooperación y la concordia son posibles; se trata de la unidad humana. Del mismo modo que la causa de la guerra es la toma de decisiones excluyentes, algo que en el pasado de ignorancia mutua era inevitable y nos ha llevado hasta esta situación de división en estados (unidades armadas) y de casi aniquilación mutua, hoy día lo podemos superar y establecer la unidad por el simple hecho de que estamos ya casi todos conectados y la propuesta de unidad y lo que implica no es difícil de entender para nadie, por lo que, para lograr ya la paz y la concordia, lo único que nos falta es proponernos la unidad unos a otros, compartiendo este mensaje si te parece complejo exponerla.

Unirnos significa tomar las decisiones inclusivamente, esto es; teniendo en cuenta a toda la humanidad; la condición, posición y opinión de todos y cada uno de los humanos y esto se hace publicando el proceso de toma de decisiones de modo abierto y transparente con lo que cualquiera puede presentar nuevos criterios, objeciones o consideraciones a la misma. La publicidad del proceso de toma de decisión equivale o es su universalidad, pero en la toma de decisiones rige el principio de subsidiariedad, esto es; cada asunto debe ser resuelto por aquellos más próximos al objeto del problema, aquellos afectados por la decisión son los que participan en ese proceso. La toma de decisiones está basada en el sentido común y la igualdad de cada ser humano según sus necesidades, temores y deseos, por lo que las decisiones no están basadas en la jerarquía o mando de unos sobre otros que es propio de los estados y de la política actual propia del estado de guerra en el que nos encontramos, sino en el conocimiento del asunto que se trata.

Y el asunto más inmediato y que más nos concierne a todos por igual es poner fin al desarrollo o producción de armas, cuyo objeto es matar y dañar a otro, y que de hecho privan de libertad o voluntad, por lo que no tienen cabida en un mundo unido pues nadie puede aceptar no poder decidir por sí mismo (algo que ni siquiera sería posible aceptar ya que el arma nos niega hasta esa posibilidad), ni estará de acuerdo en ser objeto de su (posible) uso homicida. Por consiguiente, es asunto prioritario también para los humanos el desarme por acuerdo y de conjunto, que es precisamente lo mismo que la unificación.

Y aún antes del desarme procede una primera decisión incluyente que es el alto el fuego inmediato en las zonas actuales de conflicto, allí donde las armas se están usando. Según esta propuesta de unidad humana es conocida, aceptada y apoyada, la consecuencia lógica y también prueba de la eficacia de esa unión que nos da a todos libertad y sin la que ninguno es libre, es que; por tanto nos sentimos humanos y nos asociamos a todos los humanos, somos ya parte también de ambos bandos en lucha armada y, en consecuencia, ese conflicto es también nuestro y la destrucción mutua de los combatientes es nuestro propio daño y esto nos mueve y también da potestad para intervenir legítimamente exigiendo el alto el fuego para proceder con la unidad humana, el desarme, que es lo opuesto y alternativa definitiva a la guerra.

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GUERRA NO, HUMANIDAD

Estimados Biden, Putin y todos vosotros:

La unidad humana es el modo de eliminar definitivamente la guerra, pues la toma inclusiva de decisiones excluye el propósito de daño (mutuo) y solo promueve y busca el bien común.

Mientras que la toma de decisiones parcial o unilateral lleva necesariamente al contencioso, pues lógicamente cada uno piensa y decide según sus intereses particulares sin considerar los de los otros, lo que aboca al enfrentamiento por los recursos y a la imposibilidad de entendimiento.

Y aún si ese interés particular (civil, dependiente del estado) simplemente fuera económico quizás no sería suficiente para dar lugar a la guerra, o destrucción mutua, pues es seguramente peor que cualquier posible impotencia para la obtención de ciertos recursos.

Lo que sucede es, como vemos en Ucrania ahora, que está en juego el control de la posición estratégica y de las fuerzas o recursos de destrucción ucranianas, sus fuerzas armadas, pues su alternativa es tenerlas enfrente, en el bando contrario, y esto ya si es causa suficiente como para la guerra, tanto para un lado, la OTAN, como para otro, Rusia.

La existencia del arma en la naturaleza anterior al ser humano nos ha hecho ENEMIGOS DE LA HUMANIDAD, sin embargo, hoy día que el mundo está a nuestro alcance quien apela a la UNIDAD HUMANA -la redundancia y eliminación del arma que se manifiesta en unidades armadas- es AMIGO DE LA HUMANIDAD y este busca además que los demás también lo sean. De modo que ser enemigo de la humanidad ya es ahora voluntario.

Quizás pienses que puesto que los estados no pueden asumir esa iniciativa y la gente está a lo suyo y metida en su caja de zapatos estatal la unidad es una aspiración imposible, al menos por ahora bla, bla, bla. Sin embargo, una ‘masa crítica’ o un evento suficiente como para hacer que la propuesta de la unidad humana sea pública, pública es ya global, hace ineludible la respuesta y la unidad no puede ser rechazada, pues la voluntad de daño, las armas, necesarias para la toma de decisiones unilateral, no tienen ya justificación en la voluntad de daño del otro, sus armas -pues, en efecto, nuestra realidad es un producto de la historia y del desconocimiento mutuo, pero no puede ser de la inteligencia o voluntad del ser humano.

Y ¿Qué es precisamente la toma de decisiones inclusiva? Mucho más sencillo de lo que imaginas; es la que hace públicos tanto su motivo o causa como su propósito o fin. Como este mensaje. Y los que se pueden derivar de él.

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